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lunes, 30 de marzo de 2015

II Trails Nogueruelas

Los retos en asfalto ya los he ido consiguiendo poco a poco así que este año opté por adentrarme más en el mundo de las carreras de montaña. Es una disciplina en la que no tienes que estar tan pendiente del reloj por lo que no sientes esa presión de que el cronómetro te va persiguiendo.

Tras una mala experiencia en la "VII Carrera del Ebro", llegaba el momento de dar el salto definitivo y tirarme de lleno en la piscina de las "ULTRA". La elegida fue "II Trails Nogueruelas", un recorrido de 70 kilómetros por tierras turolenses sobre un desnivel de 3.500. Para este reto nos embarcó mi compañero Marcos, que por una lesión, al final no pudo venir. Así que el equipo de valientes estaba formado por: Jorge y Toni de Andandaeh, Oscar de Os Andarines d'Aragón y Patxi de Corredores del Ebro.

Durante toda la semana los nervios los estaba llevando bien hasta que llegó el momento de preparar la mochila con la que iba a correr.¿Que ropa me pongo?¿Pasaré frío?¿Que tipo de comida llevo? Una infinidad de preguntas pasaban por mi mente. Menos mal que iba con cuatro grandes expertos que me ayudaron en todo momento. Además, debido a la climatología, se habían visto obligados a cambiar el recorrido por nuestra seguridad. Durante gran parte del recorrido nos íbamos a encontrar el terreno con nieve, incluso en zonas que llegaban hasta los 40 centímetros, todo esto sumado a grandes rachas de viento. Pero ya no valía ninguna excusa, la mochila preparada, pocas horas mal dormidas y a las 5 sonó el despertador. ¡No intentes escapar, ya no hay marcha atrás! - resonaba en mi interior-, me abrigué y nos fuimos para la salida.



Era aún de noche cuando se dio el pistoletazo de salida por lo que tocaba empezar con la ayuda del frontal. Los primeros kilómetros fueron muy bonitos, empezando a subir en grupo mientras amanecía poco a poco. Al principio todo discurría bien hasta que en el punto 10, un grupo de corredores nos desviamos por una señalización un poco dudosa que nos hizo hacer 2 kilómetros de más hasta que volvimos al sendero correcto.

Nada más reponer en el primer avituallamiento (12km), con las fuerzas renovadas y debido a mi inexperiencia, me fui adelantando a mis compañeros, quedándome solo en el camino. Y de repente apareció la gran protagonista: LA NIEVE. Al principio, me pareció espectacular poder correr en solitario por un gran campo blanco impoluto solo modificado por la estela de pisadas que iban dejando los corredores.



Hasta el avituallamiento del kilómetro 33 disfruté como nunca lo había hecho antes en una carrera. A partir de ahí, todo empezó a endurecerse. El cansancio hacía mella y la nieve, que anteriormente me había parecido espectacular, se estaba tornando en una gran enemiga. Para combatir los momentos duros entra en juego otro de los aspectos más bonitos en este tipo de carreras; el apoyo entre los participantes. Debido a la dificultad de la prueba y al largo tiempo que pasas solo deambulando por el monte, es un alivio cuando te encuentras con otra persona y haces parte del camino con él. En las pruebas de asfalto, como voy dando el 100% no soy capaz casi ni de hablar, pero aquí se agradece tener a alguien con quien poder compartir experiencias. Quiero mencionar sobretodo a Rafa, con el que hice gran parte del recorrido y para mi, el más exigente. ¡Nos vemos en la próxima compañero!

En el punto 38 nos dieron un plato de pasta para recuperar acompañados al ritmo de ¡¡Una charanga!!. A estas alturas de la competición ya me había quedado sin reloj y sumado a que los voluntarios no sabían en que kilometraje nos íbamos encontrando, supuso un desgaste continuo a la ya de por si muy debilitada fuerza anímica. Una vez llegado al último avituallamiento y asegurándonos de que solo nos quedaban 5 kilómetros supe que lo había conseguido. ¡Iba a ser FINISHER!. Este último tramo se me hizo interminable pero ya nada me iba a arrebatar el cruzar la meta. Cosa que hice transcurridas 10 horas y 19 minutos de sufrimiento y alegría por igual.




Al final, por el cambio de recorrido y el desvío inicial, salieron 62 kilómetros y 3000 metros de desnivel. Esto del "ULTRA" es una sensación extraña, ya que durante muchos momentos te preguntas el porqué de forzar tu cuerpo de esta manera y si merece la pena. Si la recompensa es mayor a la dificultad por la que has tenido que pasar. Y solo hay una respuesta: SI. El poner tu cuerpo al limite y ver que si puedes superar esto, quiere decir que eres capaz de conseguir cualquier reto que te propongas.

¡Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 10:18:57:00
Clasificación general: 104
Participantes: 160


                                         BANDA SONORA DE LA CARRERA

jueves, 5 de marzo de 2015

IX Carrera del Ebro

Después de 2 años intentándome apuntar a la Carrera del Ebro ( Trail de 30 kilómetros) y no poder hacerlo por diferentes motivos, en 2015 por fin lo conseguí aunque viendo el resultado final, lo mejor hubiera sido dejarlo para el año siguiente. Sin duda, la carrera donde más he sufrido pero no por ello la más dura.

Todo empezó a la hora de programar el calendario de principio de año; poder compaginar trabajo, carreras y vacaciones. La verdad que todo me cuadraba perfectamente pero, iluso de mi, no deje mucho espacio de diferencia entre las dos últimas variables. El caso es que 10 días antes de la mencionada carrera, estaba cogiendo un avión destino a los Carnavales de Tenerife. Mis días en esa maravillosa isla se pueden resumir en mucha guasa, abundante comida, demasiados ginctonics y por supuesto, poco descanso y nulo entrenamiento.

Así que me planté el domingo con el cuerpo no muy bien preparado pero con la inscripción pagada y las ganas de correrla por primera vez, no había excusas para echarse atrás. Allí me junté con mis compañeros de ANDANDAEH, calentamos un poco y nos dirigimos a la zona de salida.


Al ser una carrera organizada por varias unidades militares, la salida se iba a llevar a cabo mediante una "salva de armas" y aunque nos avisaron por megafonía, eso no evitó que todos nos asustáramos al oír semejante petardazo. Nos pusimos los tres Jorges juntos con la idea de ir a un ritmo de 4:30 pero nada más empezar la cuesta que nos llevaba hacia Juslibol mi respiración entrecortada deparaba un futuro incierto. En el kilómetro 2 ya me había quedado solo y las sensaciones no eran nada buenas.

Iban pasando los kilómetros y el terreno no daba un respiro, los primeros 11 fueron en constante subida no muy pronunciada pero que eran un autentico rompe piernas. Puedo asegurar que esta parte de la carrera es donde más he sufrido de todas en las que he participado. Mi mente se debatía entre abandonar o aguantar como pueda aunando al espíritu militar tan presente durante todo el recorrido. Pasado este primer tramo, empezó una zona mucho más llevadera con una prolongada bajada. Creía que iba a ser positivo, pero nada más lejos de la realidad, cada pisada fuerte que hacía repercutía en mi rodilla izquierda. Notaba que "bailaba a su son".



Para más inri, el adelantamiento de corredores era constante, situación no muy favorable para mi ya maltrecho optimismo. Decidí dejarme llevar, ocultar el reloj y no forzar en ningún momento para evitar posibles lesiones ( Los pinchazos de la rodilla no me daban buena espina ). Como buen aragonés, la idea de abandonar se nos puede pasar por la cabeza, pero tenemos que estar muy mal para llevarla a cabo ¡Cabezones ante todo!

En el punto 25 nos juntábamos los corredores que habíamos elegido la modalidad de 30 kilómetros y los de 11. Fue un soplo de aire fresco ya que después de dos horas viendo como me iban adelantando corredores, ahora por fin era yo el que adelantaba. Fueron los mejores momentos de la prueba hasta que pasamos Juslibol y a falta de dos kilómetros el terreno se volvió asfalto. Ahí se me juntaron todos los males, al dolor de rodilla se unieron pequeños calambres. Solo pensaba en cruzar la meta y tumbarme en el césped.



Ese ansiado momento llegó después de 02:29:46 sufriendo. Fue una mañana muy dura pero para nada me arrepiento ya que como dice el refrán: "Lo que no te mata te hace más fuerte".

A las conclusiones que llego es que el cuerpo no es una maquina, necesita un tiempo para recuperarse de ciertos excesos. No puedo esperar no sufrir en una carrera a la que no llego preparado. Empiezo marzo con una mala experiencia pero espero cerrarlo por todo lo alto, voy a participar en mi primera ULTRA; II Trails Nogueruelas. Un recorrido de 70 kilómetros en el que debo llegar en mejores condiciones. Tenía pensado ir a las Fallas de Valencia, pero igual hay que pensárselo mejor...bueno....¡Si solo voy un día tampoco pasa nada!¡Amunt Valencia!


¡Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 02:29:46
Clasificación general: 252
Participantes: 824



                                 BANDA SONORA DE LA CARRERA