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miércoles, 15 de mayo de 2019

III TRASCHINEPRO TRAIL (21km 1000 D+)

Arrancamos las segunda jornada de mi particular festival de Trail and Job. Ayer acabamos con muy buenas sensaciones el "V Desafío Herrerino" pero con una invitada sorpresa, una ampolla en el talón del pie derecho. Durante toda la jornada laboral, la mimé para que no fuera a más y así poder disfrutar de la mañana del domingo en la "III Traschinepro Trail".

Esta vez me desplazaba a la localidad oscense de Caldearenas. Nos esperaba un recorrido de 21 kilómetros totalmente nuevo para mi. Antiguamente, las carreras denominadas "Fell Races" consistían en subir y bajar una montaña lo más rápido posible. Tenías que tener mucha resistencia para afrontar la gran ascensión y luego dominar la técnica de bajada sobre la misma distancia. Una modalidad muy exigente. Hoy nos íbamos a enfrentar a una prueba similar: 13 kilómetros de continua subida desembocando en 9 más de descenso vertiginoso.

Amanecí con las piernas ligeramente cansadas del esfuerzo del día anterior. No obstante, mi gran preocupación era la maldita ampolla. Confiaba en el recorrido. En el primer tramo, al hacerlo ascendiendo, no me iba a repercutir mucho. Cuando el desplazamiento es hacia arriba, la pisada, desde el apoyo hasta la impulsión, se realiza casi en su totalidad solo con el metatarso. El talón queda menos expuesto. Cuando toque descender, ya veremos lo que pasa...

¡Viva la naturaleza!

Ya en la linea de salida había mucho nivel. Hay premio en metálico para los primeros clasificados y un extra para el que consiga el récord de la prueba. Alicientes suficientes para la concentración masiva de galgos.

Hoy tocaba esconderse en medio del pelotón y disfrutar del recorrido. La salida se llevaba a cabo por la famosa Senda de Izarbe. Una ruta perfecta para hacer con los más pequeños de la casa ya que las piedras están decoradas por la artista Maribel Rey. Curiosamente, mi sobrina se llama Izarbe y estuvo aquí hace apenas 2 semanas. Me hacia especial ilusión recorrerla aunque siendo sinceros, solo fui capaz de ver una pintura. Suficiente tenía con no desfallecer...

Esta vez si me lo había planteado como un entrenamiento. Estudiando el recorrido, me puse como objetivo correr sin parar hasta el primer avituallamiento del kilómetro 5. Lo conseguí, repusimos energía y bajo las "reconfortantes" palabras del voluntario: -¡Ahora empieza la subida! -, emprendimos la marcha. - ¿Y lo de antes que era? - Me pregunté, totalmente empapado en sudor.

Recogida de dorsales

No le faltaba razón. Enseguida dejamos la pista atrás y nos introdujimos en un frondoso bosque con una inclinación que cortaba la respiración. Tocaba andar, apoyar las manos en los muslos a modo de impulsión y apretar los dientes. Un lugar tan bonito como duro y sabiendo que aún quedaban 7 kilómetros de subida.

Viniendo en el coche, sonó la canción FUEGO de Bomba Estéreo. En una de sus estrofas citan: - Ahora te canto pá que te de la calentada -. Mientras sufría en el ascenso, dicha canción sonaba en bucle en mi cabeza. Menuda calentada más tonta, así sin quererlo.

En un momento dado, llegamos a la altura de una fotógrafa. Ahora empezaba un largo cresteo con algo de trampa. Varios repechos de nivel conformaban el recorrido. Eso si, acompañados por unas vistas majestuosas. Peña Oroel y el Pico Peiró nos vigilaban. Ha costado sudor y lagrimas llegar hasta aquí pero ha merecido la pena.

En el kilómetro 13, avituallamiento y empieza el descenso. A las primeras de cambio ya me di cuenta que iba a ser una ardua tarea. Varios factores se unieron para desencadenar en un ritmo lento y torpón. La ampolla me molestaba bastante. Según la pisada, sentía como si tuviera un mini corazón palpitando en mi talón. Tenía que cambiar el apoyo. Mi técnica, nefasta de por si, se hacía ilegible. Tocaba tener paciencia y ver compañeros adelantarme con suma facilidad. ¡Que envidia! 

El desenlace final consistía en 2 kilómetros de falso llano por una pista hasta volver a Caldearenas. Llegar, reponer energías y hacer la reflexión final. Carrera diferente, con un recorrido exigente envuelto en un gran paraje. Evidentemente, no se adecua a mis características. Yo necesito zonas donde poder correr y exprimir mis puntos fuertes pero en el "Trail Running" hay que probar de todo. Carrera muy familiar, de las que me gustan a mi. Cerveza al finalizar, gran camaradería entre corredores, duchas portátiles en mitad de la recta final y un gran rancho que por segundo día consecutivo no puedo disfrutar. Me tengo que ir a trabajar. Próxima parada: Eh Mendi Erronka.   


 !Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 02:21:23
Puesto: 40
Participantes: 125

                                            BANDA SONORA DE LA CARRERA

4 comentarios:

  1. Estamos enganchados!!...Ya que no me sacáis a entrenar, tengo que apuntarme a todo

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  2. Si es que le haces a todo!!!
    Mola la senda de tu sobri ;)

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