Esta carrera se realiza en la localidad tarraconense de Xerta y como he indicado anteriormente, se divide en 3 etapas:
- Viernes: La Nocturneta (23 km 350 D+)
- Sábado: El Trail (70 km 4000 D+)
- Domingo: La Cursa (27 km 1600 D+)
Todo el mundo me había hablado maravillas de ella. Tenía que averiguarlo en primera persona. Todo empezó en la cena de navidad de ANDANDAEH. Alguien soltó la propuesta y enseguida caímos en la trampa, seguramente envalentonados por el exceso de vino. Días después ya estábamos inscritos Natalia, Tony y un servidor.
Una vez llegados a Xerta, nos alojamos en el Albergue Assut. La organización facilitaba pernoctar en el pabellón pero nosotros optamos por el albergue para intentar descansar lo mejor posible. Al entrar ya nos dimos cuenta que íbamos a estar como en casa, las habitaciones estaban copadas por todo "mañicos"; los naranjitos de Trail Running Zaragoza y los amarillos de Correcaminos Alfindén, buena mezcla de colores la que se formó.
Después de coger el dorsal, cenar algo y mentalizarse....¡Empieza la aventura!
ETAPA 1: LA NOCTURNETA
Empezaba a las 9 de la noche y el recorrido era bastante asequible. Favorable para mis cualidades ya que era muy pistera y corrible. No obstante, había que tener en cuenta las etapas siguientes, no forzar más de la cuenta para intentar guardar fuerzas.
Pero a quien voy a engañar, los que me conocéis ya sabéis cual es el desenlace. ¡A fuego hasta reventar! Mi primera idea siempre es salir tranquilo, me ubico al final del pelotón con la intención de dosificar pero una vez que oigo la cuenta atrás me empiezan a entrar las prisas poseído por el ritmo ragatanga.
Aldover (14km) Foto: Ebro Actiu |
La incongruencia de esta táctica hace que al salir atrás me vea involucrado de lleno en los tapones iniciales. Pero por otro lado, esta situación provoca que reservo energías para el resto de carrera. Ya lo se, no tiene lógica alguna....¿Pero acaso la hay en hacer 120 kilómetros?
Esta primera etapa era en constante subida hasta el kilómetro 6. Discurría por un pequeño sendero en mitad del bosque en el que teníamos que correr en fila de uno sin posibilidad de adelantar. Una vez que llegamos a la cumbre, el sendero se agrandó y ahí empezó el vertiginoso descenso. Con algo de precaución porque era de noche y el terreno inestable pero sin ningún miramiento a la hora de guardar energías. Llegué a meta en el puesto 34 y disfrutando de lo lindo. La cuestión es la siguiente: ¿Habré hecho bien en no reservar fuerzas? ¿ Me recuperaré bien? En unas horas lo averiguaría....
ETAPA 2: EL TRAIL
Al acabar la etapa anterior la organización te da de cenar. Hoy tocaba pan con tomate, arroz, salchichas y bien de cerveza. Entre pitos y flautas, nos acostábamos a la 1 de la madrugada y el despertador sonó a las 5. A parte de luchar contra la fatiga, había que hacerlo con la falta de sueño.
A las 6 de la mañana empezaba la segunda etapa. Tanto el día anterior como hoy me había puesto cremas recuperadoras y las sensaciones eran buenas. Mi compañero Tony estaba tocado del tobillo y solo pudo completar los primeros kilómetros. ¡No te preocupes, una retirada a tiempo es una victoria, tu lo sabes, eres perro viejo!
En el primer avituallamiento, en Paüls, me encontré con mis compañeros de Trail Running Zaragoza: Victor, Medina y Sergio que competían en la categoría por equipos. Ya he compartido varios entrenos y carreras con ellos, sabía que era una apuesta segura formar grupo así que junto al jacetano Manuel, emprendimos la siguiente parte del recorrido juntos.
Es una gozada compartir tantos kilómetros con gente tan afín a ti. Entre conversaciones, planes futuros y tonterías, las horas se pasan mucho más amenas. Eramos 5 personas con un nivel muy parecido, la compenetración fue muy sencilla. Es inevitable que ocurran percances en forma de dolor pero éstos se llevan mejor si vas acompañado.
En las subidas llevaba el ritmo Sergio que estaba como un toro y en las bajadas ponía cordura el "capi" Victor y así fuimos devorando desniveles. En la subida después del avituallamiento de San Roc (25 km) quise aportar mi granito de arena y me puse al frente del grupo recordando las aventuras que pasamos con mis compañeros de ANDANDAEH en la "Ultra de Jaca" cuando competimos por equipos y les llevaba con el gancho al cuello. ¡Aún me pitan los oídos!
Después de 6 horas llegamos a la Franqueta (41 km) donde nos esperaba un plato de pasta. tengo que decir que los avituallamientos geniales, con el pan con tomate y jamón como protagonista. Cuando estábamos acabando, mis compañeros vieron que venían sus rivales y enseguida se prepararon para seguir manteniendo la distancia y salieron. Yo en ese momento estaba llenando el agua pero al ir a cerrar el botellín ¡EL TAPÓN HABÍA DESAPARECIDO!. Me empecé a poner nervioso y al final una voluntaria me ofreció una botella de agua como solución. Para entonces, Manuel y yo ya nos habíamos descolgado del grupo.
Hicimos un grupo perseguidor formado por el gran Gonzalo de los "Correcaminos de Alfindén", Manuel y yo. Aunque un servidor se había empezado a desmotivar por el incidente del agua. En este tipo de carreras cualquier pequeño percance se te hace un mundo. Si a esto le unimos la necesidad de ir al baño, provocó que me volviera a descolgar.
Tocaba afrontar los primeros kilómetros en solitario. La cabeza pasaba a ser el motor principal de mi cuerpo. Menos mal que ya estoy curtido en mil batallas y el coco lo tengo bien entrenado. La subida a L'Espina, el punto más alto del recorrido, se me hizo muy llevadero. Fui subiendo el cauce de un río y una zona de aristas de piedras que me resultó muy bonito aunque el calor ya empezaba a ser un mal compañero de viaje.
Cuando ya empezaba a afrontar el descenso hacia Alfara, con el sol en su mayor apogeo, me pareció ver un oasis. ¡Una plaza de toros en Cataluña, en mitad de la nada!. Me froté los ojos pero no era una alucinación. Al final de la ladera ahí estaba ella, con capea incluida y todo.
Alfara ya estaba en el kilómetro 53. Solo faltaba afrontar el último tramo de subida y sabía que ya estaba conseguido. Si llegaba al 60, lo demás era coser y cantar. Aquí me volví a juntar con Gonzalo que iba ya muy tocado de los gemelos, la primera etapa le había pasado factura. En cuanto empezó el descenso me deje llevar y después de 11 horas y 39 minutos crucé la meta bastante entero, eso si, las ampollas en los pies ya hacían acto de presencia. Ahora cenar bien, descansar, pasar por chapa y pintura y cruzar los dedos para no levantarme en modo "chiquito".
ETAPA 3: LA CURSA
Amanecí con dolores y las típicas preguntas: ¿Que coño hago yo aquí? ¿Quien me mandaría a mi? Mi compañera Natalia consiguió llegar el día anterior hasta el kilómetro 53 hasta que le pilló el fuera de control. Da mucha rabia realizar tremendo esfuerzo y quedarte a tan poco de conseguirlo pero ya solo intentarlo tiene mucho merito. ¡Al próximo año lo conseguirás, sin remblar!
Era el único azulillo que quedaba en liza, tenía que acabar SI o SI. Según Victor, teníamos que salir fuertes para evitar el tapón inicial pero una vez que sonó el pistoletazo de salida, me di cuenta que esa no era mi guerra.
Nos quedamos Manuel y yo más rezagados, intentando entrar en calor. Llevaba los cuadriceps muy cargados y me costaba llevar un ritmo cómodo. Mi idea era acabar y disfrutar sin forzar. Los primeros 16 km eran en constante subida, tenía que ir con calma y relajado. Cada avituallamiento era una pequeña recompensa. Me acordaba de mi padre, siempre me dice que no como fruta, pues que sepas que en esta carrera ya he comido la de todo el mes. ¡Que ricas las naranjas de Xerta!
En la última cumbre conseguí enlazar con los compañeros de Trail Running ZGZ, iban muy tocados física y lo peor de todo, mentalmente. La presión de la competición por equipos les estaba repercutiendo. Yo, en cambio, me sentía super fuerte. Una vez que llegará a la cima, sabía que era todo descenso y no muy técnico, perfecto para mis cualidades. Puse la directa y a ritmos muy rápidos fui adelantando corredores hasta llegar a meta más que PLETORICO.
Al final fueron casi 18 horas de trail. Muchas sensaciones, altibajos, risas, penurias, zapatillas rotas, piernas cubiertas de heridas, momentos guardados a fuego en la mente, amistades espontaneas, ronquidos imponentes y membrillo, mucho membrillo. Ha sido una experiencia muy bonita que sin duda volveré a repetir. Me ha gustado todo lo que rodea a la carrera y la convivencia de los 3 días. A mejorar, la señalización del recorrido, en bastantes tramos era muy escasa. Las balizas estaban demasiado separadas entre si por lo que te desorientabas enseguida.
Al final, mis compañeros sacaron toda la rasmía que llevan dentro y consiguieron aguantar el segundo puesto en la clasificación por equipos ¡Enhorabuena! A los que acabaron, felicitarles también por completar semejante hazaña. Y a los que no, no pasa nada, volveremos el año que viene. Natalia, queda pendiente cortarte la coleta y Tony....bueno...dejemos en el aire tu propósito de FINISHER.
Alfara ya estaba en el kilómetro 53. Solo faltaba afrontar el último tramo de subida y sabía que ya estaba conseguido. Si llegaba al 60, lo demás era coser y cantar. Aquí me volví a juntar con Gonzalo que iba ya muy tocado de los gemelos, la primera etapa le había pasado factura. En cuanto empezó el descenso me deje llevar y después de 11 horas y 39 minutos crucé la meta bastante entero, eso si, las ampollas en los pies ya hacían acto de presencia. Ahora cenar bien, descansar, pasar por chapa y pintura y cruzar los dedos para no levantarme en modo "chiquito".
ETAPA 3: LA CURSA
Amanecí con dolores y las típicas preguntas: ¿Que coño hago yo aquí? ¿Quien me mandaría a mi? Mi compañera Natalia consiguió llegar el día anterior hasta el kilómetro 53 hasta que le pilló el fuera de control. Da mucha rabia realizar tremendo esfuerzo y quedarte a tan poco de conseguirlo pero ya solo intentarlo tiene mucho merito. ¡Al próximo año lo conseguirás, sin remblar!
Era el único azulillo que quedaba en liza, tenía que acabar SI o SI. Según Victor, teníamos que salir fuertes para evitar el tapón inicial pero una vez que sonó el pistoletazo de salida, me di cuenta que esa no era mi guerra.
Nos quedamos Manuel y yo más rezagados, intentando entrar en calor. Llevaba los cuadriceps muy cargados y me costaba llevar un ritmo cómodo. Mi idea era acabar y disfrutar sin forzar. Los primeros 16 km eran en constante subida, tenía que ir con calma y relajado. Cada avituallamiento era una pequeña recompensa. Me acordaba de mi padre, siempre me dice que no como fruta, pues que sepas que en esta carrera ya he comido la de todo el mes. ¡Que ricas las naranjas de Xerta!
En la última cumbre conseguí enlazar con los compañeros de Trail Running ZGZ, iban muy tocados física y lo peor de todo, mentalmente. La presión de la competición por equipos les estaba repercutiendo. Yo, en cambio, me sentía super fuerte. Una vez que llegará a la cima, sabía que era todo descenso y no muy técnico, perfecto para mis cualidades. Puse la directa y a ritmos muy rápidos fui adelantando corredores hasta llegar a meta más que PLETORICO.
Llegada a meta |
Al final, mis compañeros sacaron toda la rasmía que llevan dentro y consiguieron aguantar el segundo puesto en la clasificación por equipos ¡Enhorabuena! A los que acabaron, felicitarles también por completar semejante hazaña. Y a los que no, no pasa nada, volveremos el año que viene. Natalia, queda pendiente cortarte la coleta y Tony....bueno...dejemos en el aire tu propósito de FINISHER.
!Va por ti PRIMO!
Tiempo: 17:23:59
Clasificación general: 28
Finishers: 116 de 204
BANDA SONORA DE LA CARRERA
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