miércoles, 27 de noviembre de 2019

XLII MARATÓN DE SAN SEBASTIAN

Volvemos a las andadas. Como los últimos años, mi temporada finaliza con la participación en "Ehunmilak". Esta vez con más razón, al tercer intento, por fin pude completar la prueba. La satisfacción de un trabajo bien hecho junto a la sensación de vacío que te provoca realizar una prueba de tal calibre, hizo que desconectara por completo del mundo "running". Colgué la ropa deportiva y escondí las zapatillas. Lo cambié por sandalias y ropa festivalera. A su vez, dejé de comer verdura, dando paso a embutidos y "mierdas" varias. El único eslabón que me seguía manteniendo en contacto con la vida sana era mi inscripción en "Bocineros-Deiadar Xtreme". Éste se rompió enseguida, con la suspensión de la carrera....

Fueron pasando los meses, acumulando kilos en mi mochila. Para seros sincero, necesito estos meses para desconectar. Son totalmente reconfortantes. Siempre he sido un gambitero, eso no va a cambiar. Sin darme cuenta, el comienzo de la temporada se acercaba. No era consciente pero estaba ahí: "XLII Maratón de San Sebastian".

Como buen zaragozano, mi verano no acaba hasta que finalizan las fiestas del Pilar. Ese mismo lunes me puse en contacto con Fernando, mi entrenador. -¡Mister, ya estoy disponible! ¡Que sepas que peso 7 kilos más y solo me he limitado a trotes cochineros por el parque! -. Se limito a contestar: - Me lo imaginaba, son muchos años conociéndote -. Para que cabrearse si ya sabe como me pongo. Esta misma situación se la puedo adjudicar a Patricia, mi nutricionista. Cada mes de noviembre es como empezar de cero.

Mi cometido en la maratón era hacer de liebre SUB3. Sin duda, tengo esos ritmos en las piernas pero siempre entran dudas. Mi estado físico es un interrogante. Empezamos los entrenamientos con resultados bastante discretos. Imaginaros correr con una garrafa de agua en la espalda. Decidimos apuntarnos a la carrera "Vía Verde del Tarazonica" a modo de test. Consigo llevar el ritmo de maratón sin apenas sufrir. Las sensaciones son buenas y eso ayuda a mi autoestima.


¿Quien acompaña a la liebre?

Pasaron las semanas y me presenté en San Sebastian con la mochila aún cargada con 3 kilos de más pero con los bolsillos llenos de confianza. Dar las gracias a la organización, Juan Carlos y a Lorenzo por confiar en mi para una responsabilidad tan grande como es hacer de liebre en un evento de estas características. El trato ha sido increíble durante la previa. Te sientes participe de algo grande.

El día anterior a la prueba estuvo protagonizado por vientos huracanados y lluvia constante. Incluso nos venían noticias hablando de la posible suspensión. Por suerte, el domingo dio tregua. Llovió los minutos previos pero solo para asustar.

Debido a la cantidad de participantes, se decidió poner dos liebres SUB3 separadas por un minuto. Nos juntamos los compañeros antes del pistoletazo de salida. Saludos, deseos de buena suerte, sonrisas y sin querer....un invitado inesperado en forma de contratiempo. No disponemos de globos para que nos identifiquen los atletas. Se me apoderan los nervios pero decido seguir con el plan establecido.

Se da la salida y espero un minuto para pasar por el arco. Lo único que me identifica es un dorsal ubicado en mi espalda pero con tantos participantes es difícil de divisar. Intento ir avisando a los corredores que hay a mi alrededor. En el kilómetro 4 se incorporan las bicicletas de apoyo y todo se soluciona. En mi caso, más complicado, sigo manteniendo un ritmo acorde a bajar de 3 horas pero siempre creando un pequeño colchón, así afrontaremos la segunda parte de la carrera con más garantías.

Por las circunstancias de salida, estoy ubicado como primera liebre SUB3. Mi grupo es más reducido. Enseguida tomo contacto con las personas que quieren mantener el ritmo. Otros muchos, como es normal, prefieren dosificarse ellos mismos. 


Mi pequeño grupito. fotos de Luis Peralta

Los kilómetros pasan, mis sensaciones son buenas en todo momento. Ni rastro ya de lastre veraniego. Las 2 personas con las que mantengo más contacto, también se encuentran en plenas condiciones. Tanto su ritmo como su apariencia denotan serenidad. El recorrido también ayuda a planificar la carrera. Nuestro colchón es amplio y mis acompañantes me comentan que se encuentran muy bien. Decidimos mantener el ritmo y pensar que no tenemos tiempo de reacción, así el cuerpo no se relaja.

El último escollo pasa por la playa de la Concha en el kilómetro 38. A partir de ahí, todo bajada hasta desembocar en Anoeta. Un vez allí, solo con la inercia, el ritmo sale solo. Hector, que practica triatlón, decide adelantarse, exprimir lo último que le queda. Mateo me comenta que va muy justo. Le digo que tenemos tiempo de sobra y se olvide del reloj. Está pletórico de emociones, su anterior registro es 3:15. No se cree lo que esta haciendo. Está tan ensimismado que no es consciente que va incluso más rápido de lo normal.

Cuando llegamos a la pista de atletismo, le felicito y me descuelgo. Es su momento, que lo disfrute en solitario. Cruzo la meta en 02:58:52. Más rápido de lo planteado. Siento si he podido perjudicar a alguien, las dudas iniciales hicieron que saliese un minuto antes del ritmo de 3. Una vez ahí, decidí ayudar a los que se encontraban a mi alrededor. Me quedo con la satisfacción de poder ayudar a Mateo y Hector entre otros. Su abrazo es mi mejor recompensa.

Como nota final, en San Sebastian bajé de 3 horas por primera vez en 2016. Es una bonita manera de cerrar la historia. Acabándola ayudando a conseguir los objetivos igual que hicieron conmigo al principio de esta aventura. Esta ciudad tiene un gran maratón, si el tiempo lo permite, ideal para buscar tu mejor marca personal. No lo dudes.


!Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 02:58:52
Clasificación general: 290

Participantes que acabaron: 2385

                                     BANDA SONORA DE LA CARRERA


 RECOMENDACIONES

  • Donde comer: San Sebastian es una ciudad cara pero si sabes buscar, puedes encontrar lugares más asequibles. En Bar Pello comerás bien ,abundante y a un precio razonable. Un gran descubrimiento al lado de la Concha
  • Donde dormir: La organización nos hospedó en Hotel Record. Trato inmejorable para el corredor y cerca de Kursaal.




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