El año no acabé muy bien físicamente. Después de participar en el Desafio Lurbel Aitana a finales de noviembre, me salió una periostitis tibial debido al sobreentrenamiento (Algo normal después de afrontar 120 km y 26 horas de carrera) que me tuvo parado casi 4 semanas. Esta lesión es muy peligrosa ya que si no se cura bien te puede dejar en el dique seco bastante tiempo más del deseado. Por lo que me tuve que armar de paciencia y hacer reposo absoluto durante todo el proceso. A la vez, también hacía baños de agua helada durante 20 minutos y me aplicaba Traumeel en la zona afectada 3 veces al día. Os digo todo esto por si alguien esta en la misma tesitura y le pueda servir de ayuda.
Entre curas y remedios me planté el día de la maratón con solo 10 km de bagaje que hice anteriormente para testear si tenía alguna molestia. Tocaba enfrentarse a una carrera con sentimientos enfrentados: Tranquilo porque iba a correr sin ninguna presión de marcas pero nervioso por si la lesión remitía.
Con la climatología a mi favor y el apoyo de mis Pantojos, me puse "pies a la obra". Mi idea era ir con al liebre de 3:15 y ver como evolucionaba mi tibia. No quería someterme a ninguna presión e ir con la liebre durante todo el recorrido para finalizar entero y satisfecho. Los kilómetros pasaban y no había rastro de la lesión. ¡No hay mayor satisfacción que ésta; piernas contentas, cabeza contentas!
A la vez que la maratón, se llevaba a cabo otras 2 modalidades de 30 y 10 kilómetros, por lo que el grupo de la liebre era bastante numeroso. Decidí ubicarme detrás para protegerme del viento que nos acompañaba por el puerto. Allá por el punto 20 la liebre pinchó y pasó el testigo a su compañero. Curiosamente era el mismo que nos acompañó el año pasado y que hizo posible mi MMP (03:11:47) empujándome literalmente en las cuestas más duras para que no me descolgará del grupo. Fue una alegría volver a tenerlo al mando.
Desgraciadamente, 10 km después, sufrió un bajón físico y no podía seguir marcando el ritmo adecuado. En ese momento apenas seríamos 10 personas las que aguantábamos en el grupo. Pidió ayuda para que alguien llevara la bandera, evidentemente yo me hice el sueco, pero hubo un valiente que se la enfundó. A estas alturas íbamos un poco retrasados de tiempo por lo que aumento el ritmo.
Según pasaban los minutos, me iba encontrando más fuerte hasta el punto de llegar al kilómetro 39 únicamente la liebre y yo. Llegados a este momento, intentamos exprimirnos al máximo para cumplir el tiempo y nos quedamos a 13 segundos de conseguirlo (03:15:13).
Dar la enhorabuena a la "liebre espontánea" que seguro que había podido hacer mejor tiempo pero que ejerciendo esa responsabilidad que tan valientemente asumió, nos llevó a un ritmo perfecto, sacrificándose por el bien de sus compañeros.
Nombrar también a la función de las liebres. Quiero romper una lanza a su favor ya que es una gran responsabilidad la que llevan a cabo. Muchas veces reciben críticas por si el ritmo que llevan no es el adecuado o por si no están al nivel. Pero hay que humanizarlos, ya que como humanos que son, ellos pueden tener también un mal día. Además, recordemos que simplemente es una ayuda extra que nos presta la organización de carrera y que hoy en día, con tanta tecnología, cada uno puede ejercer como su propia liebre.
Por mi parte, decir que estoy muy contento con el resultado final. No he tenido ningún rastro de la lesión. Tenía bastante miedo ya que las historias de otros compañeros y la masiva información que lees en internet te vuelven un poco hipocondriaco. ¡Pero estoy fuerte como un toro!. Es la mejor manera de afrontar 2016, un año muy importante para acabar de reunir los puntos que me quedan para que en 2017 pueda participar en la UTMB. Intentaremos conseguirlo.....
!Va por ti PRIMO!
Tiempo: 03:15:13
Clasificación general: 78
Con la climatología a mi favor y el apoyo de mis Pantojos, me puse "pies a la obra". Mi idea era ir con al liebre de 3:15 y ver como evolucionaba mi tibia. No quería someterme a ninguna presión e ir con la liebre durante todo el recorrido para finalizar entero y satisfecho. Los kilómetros pasaban y no había rastro de la lesión. ¡No hay mayor satisfacción que ésta; piernas contentas, cabeza contentas!
A la vez que la maratón, se llevaba a cabo otras 2 modalidades de 30 y 10 kilómetros, por lo que el grupo de la liebre era bastante numeroso. Decidí ubicarme detrás para protegerme del viento que nos acompañaba por el puerto. Allá por el punto 20 la liebre pinchó y pasó el testigo a su compañero. Curiosamente era el mismo que nos acompañó el año pasado y que hizo posible mi MMP (03:11:47) empujándome literalmente en las cuestas más duras para que no me descolgará del grupo. Fue una alegría volver a tenerlo al mando.
Desgraciadamente, 10 km después, sufrió un bajón físico y no podía seguir marcando el ritmo adecuado. En ese momento apenas seríamos 10 personas las que aguantábamos en el grupo. Pidió ayuda para que alguien llevara la bandera, evidentemente yo me hice el sueco, pero hubo un valiente que se la enfundó. A estas alturas íbamos un poco retrasados de tiempo por lo que aumento el ritmo.
Según pasaban los minutos, me iba encontrando más fuerte hasta el punto de llegar al kilómetro 39 únicamente la liebre y yo. Llegados a este momento, intentamos exprimirnos al máximo para cumplir el tiempo y nos quedamos a 13 segundos de conseguirlo (03:15:13).
Dar la enhorabuena a la "liebre espontánea" que seguro que había podido hacer mejor tiempo pero que ejerciendo esa responsabilidad que tan valientemente asumió, nos llevó a un ritmo perfecto, sacrificándose por el bien de sus compañeros.
Nombrar también a la función de las liebres. Quiero romper una lanza a su favor ya que es una gran responsabilidad la que llevan a cabo. Muchas veces reciben críticas por si el ritmo que llevan no es el adecuado o por si no están al nivel. Pero hay que humanizarlos, ya que como humanos que son, ellos pueden tener también un mal día. Además, recordemos que simplemente es una ayuda extra que nos presta la organización de carrera y que hoy en día, con tanta tecnología, cada uno puede ejercer como su propia liebre.
Por mi parte, decir que estoy muy contento con el resultado final. No he tenido ningún rastro de la lesión. Tenía bastante miedo ya que las historias de otros compañeros y la masiva información que lees en internet te vuelven un poco hipocondriaco. ¡Pero estoy fuerte como un toro!. Es la mejor manera de afrontar 2016, un año muy importante para acabar de reunir los puntos que me quedan para que en 2017 pueda participar en la UTMB. Intentaremos conseguirlo.....
!Va por ti PRIMO!
Tiempo: 03:15:13
Clasificación general: 78
Participantes que acabaron: 521
BANDA SONORA DE LA CARRERA
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