martes, 20 de febrero de 2018

VIII MARATÓN DE CASTELLÓN

Sigue la temporada a ritmo de 42 kilómetros. Gracias al poder de convicción de Quique, compañero de ANDANDAEH, me animé a participar en el "VIII Maratón de Castellón". Sabe que soy fácil de engañar y se aprovecha de ello. ¡Y yo encantado!

Después de sentir que ya había hecho los deberes en el "VIII Maratón de Tarragona" de hace apenas 3 semanas, afrontaba esta carrera con mucha tranquilidad y sin ninguna ansiedad. Había llevado unos entrenamientos exigentes anteriormente y estos últimos días los había empleado en intentar recuperarme bien para no llegar pasado de vueltas.

La única anomalía que había llevado a cabo era acudir a Fisioterapia Zaragoza, un nuevo centro que ha abierto en mi barrio. Me daba miedo no haberme recuperado muscularmente y caer lesionado por semejante esfuerzo que es participar en un maratón. Entré a informarme y Fernando me habló de una técnica llamada "Fibrólisis Diacutánea" (Para que nos entendamos: la técnica de los ganchos) con la que se obtenía muy buenos resultados. Quise probar y a la postre, fue una gran decisión, visto los resultados obtenidos.

Así que nada, nos presentamos en Castellón junto a Oscar y Rafael de Os Andarines d' Aragón. Mis compañeros se ríen de que vaya todo el día con mis tupper de frutas y tortitas de arroz pero lo compenso bebiéndome una botella de vino para comer o escapándome a un tienda de chucherías para comprarme unas oreo. Es el equilibrio perfecto entre el yin y el yan. Sin ser un poco MALO no se conseguir BUENOS resultados.


Foto de Andrés Nuñez
Como he dicho al principio, llegaba a la carrera totalmente tranquilo. En un estudio que nos hicieron unos psicólogos del deporte en la entrega de dorsales salía reflejado. 100% motivación, 0% activación general. Seguro que pensaron, ya ha venido el rarito a fastidiarme las estadísticas. Mi estrategia de carrera era clara. Salir muy fuerte desde la salida y ver cuanto aguantaba. Si conseguía mantener el ritmo, perfecto. Si por el contrario, pinchaba, no pasaba nada. Mi objetivo ya estaba cumplido en Tarragona.

En la salida rapidamente me enganche a un grupo que decían que iban a ir a 4 minutos el kilómetro. El principio está muy bien organizado. Empieza a la vez la 10k pero en ningún momento se cruzan los participantes. Es un aspecto que me sorprendió mucho. Se nota que la organización trata con mucho mimo a los corredores. Fueron pasando los minutos y los corredores más experimentados decían que desde el kilómetro 8 hasta el 21 era todo muy favorable por lo que había que correr con cabeza. Como podéis imaginar, en cuanto llegó el 8, mi falta de cordura salió a relucir y aceleré el paso.

Enseguida me encontré solo en la batalla. Veía un grupo delante de mi pero ya sabéis que 30 metros en carrera parecen una barbaridad. Me propuse ese reto, contactar con ellos y agruparme. Me costó un gran esfuerzo. Además, coincidió con la larga recta que nos llevaba hasta el Grao, parecía que no llegaba nunca. En cuanto contacté con ellos ocurrió lo que llamamos en el Trail Running: "La parada del hi.. pu.." que consiste en esperar a alguien que se queda rezagado y cuando llega, volver a reanudar la marcha sin tiempo para recuperar.

Salió disparado un compañero hacia delante y se desquebrajó el grupo. Como no tenía nada que perder, seguí su estela pero a unos metros de distancia. La vuelta del Grao es la parte de la carrera que más me constó. Es una larga recta de ida y vuelta que transcurre por una zona bastante desolada. Tenía ganas de entrar de nuevo en la ciudad y adoptar conciencia positiva.


Con buena compañía todo es más fácil
A lo que transcurría la aventura por el kilómetro 30 vi en el horizonte un grupo de bicicletas. Eso quiere decir que hay alguien importante delante. Efectivamente, a 100 metros de mi se encontraban la segunda y tercera clasificada. Ver a 2 corredoras africanas tan cerca supuso un extra de motivación sin parangón. Ya tenía otro pequeño reto en mente, pillarlas. Después de mucho esfuerzo, las alcancé y estuve con ellas durante un kilómetro para sentirme importante. Deseaba cruzarme con algún fotógrafo para que inmortalizara semejante momentazo. Pero éste no llego así que decidí seguir con mi misión de atrapar al corredor mencionado anteriormente.

En un momento dado, apareció su hermano para hacerle de liebre el tramo final. Cuando llegué a su altura oí como le decía: "Cuidado, no es tu guerra. El va un punto por encima". Esto me dio más fuerzas y arranqué. Quedaban 5 kilómetros. A estas alturas ya no me preocupaba ni el tiempo ni el ritmo, simplemente darlo todo hasta meta. Se me hicieron extremadamente largos. La gasolina estaba ya en la reserva. Llega a durar un poco más y hubiera tenido que llamar a la grúa.

En la recta final, vi el reloj digital marcando un tiempazo increíble. Crucé en 02:44:22. No me lo podía creer, había conseguido mejorar Tarragona. No se cuanta gente había en la zona de meta pero creo que no se libró ninguno de mi abrazo. Soy todo amor cuando acabo una carrera.

Entre risas, gritos de alegría, más abrazos y un pequeño chapuzón en un cubo de agua con hielo, mi sentido olfativo apreció un aroma muy agradable. ¡Había PIZZA! Organizadores del Maratón de Castellón, con este detallazo junto al cañero de cerveza con limón, me habéis conquistado para siempre.

Si esto no es la felicidad plena, muy cerca debe estar. Sigo mejorando marcas, cada día disfruto más de este deporte y además tengo la suerte de compartir mi alegría con gente estupenda. Para cerrar el circulo a una experiencia redonda, tocaba beberse otra botella de vino junto a mis compañeros y comerse una buena paella. Había que celebrar que en la clasificación Senior aparezco rodeado de atletas africanos. Es solo una anécdota pero que da un subidón INCREÍBLE. 


¡Que bien acompañado!

!Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 02:44:22
Puesto: 19
Participantes que acabaron: 958

                                         BANDA SONORA DE LA CARRERA



 RECOMENDACIONES
  • Donde comer: Suquet de Peix, en el Grao. Llama para reservar porque sino vas a tenerlo complicado
  • Donde cenar: Pasta y Pizza, en el centro de Castellón. Un buen sitio para reponer hidratos la noche anterior aunque hay demasiado jaleo. 
  • Donde dormir: Holtel Bag, pilla lejos el centro pero para el uso que le íbamos a dar, prima el precio: 17 euros por persona.



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