Había que dejar el albergue a las 8:30. Como ya me pasó en mi anterior experiencia, fui el último en abandonar el lugar. Ir corriendo tiene sus contras pero entre las cosas positivas está el poder remolonear en la cama todo el tiempo posible. Estuve desayunando, me ajuste la mochila, llené el bidón y me puse en marcha. Como curiosidad, la distancia que separa las 2 localidades es justo la equivalente a una media maratón y aprovechando esta circunstancia existe la "Media Maratón del Camino" que se celebra en el mes de marzo.
Reponer bien energías y tomaros la salida con calma, os espera un primer kilómetro muy exigente en continua subida. Una vez superado el primer escollo, todo se hace más fácil, por delante esperan largos campos de vides y cebada hasta llegar a Azofra.
viñedos y más viñedos |
Antes de llegar a Cirueña, un hombre, tirando de picardía ya que la dura situación del país así lo requiere, se ha montado su propio chiringuito para ayudar al peregrino. Estoy un rato hablando con él, le compro algo de fruta y llego al "pueblo fantasma".
Cirueña está lleno de urbanizaciones que parecen abandonadas, entre ellas hay una fuente donde aprovecho a refrescarme y ponerme crema de sol, después de 2 etapas ya voy cogiendo color anaranjado. En este momento, Pilar, una veterana peregrina nos cuenta una historia del Camino de Santiago en la cual había una fuente donde el agua estaba salada y al beber los caballos de ahí, inmediatamente morían. Por nuestro bien...¡Esperemos que esta fuente no sea igual! A partir de aquí, solo quedan 5 km para llegar a nuestro destino.
Me hospedo en el Albergue Casa de la Cofradía del Santo cuya recepción no podía ser mejor: Pan con chorizo y vino en porrón. Como decía Isabel Presley en ese famoso anuncio de bombones: ¡Con este recibimiento, nos ha realmente conquistado! Es un albergue espectacular, tienen una zona de descanso lleno de sofás que te van atrapando poco a poco en el sueño de Morfeo.
En esta segunda estancia es cuando me empiezo a soltar. Soy una persona un poco tímida y necesito un día preparación. Somos pocos los españoles que estamos en el camino, pero bastante reconocibles. Conocí a Alejandro en un bar mientras emitían un partido del Osasuna, el chico era navarro y estaba sufriendo con su equipo. Mientras escribo estas lineas, tu equipo ya es de primera división así que ¡Enhorabuena! Acabamos la noche con un "bicigrino" de Villarreal mientras nos perseguía el trabajador del albergue para que nos fuéramos a dormir. Lo que peor llevo de estas convivencias es lo pronto que hay que irse a dormir, sobretodo para un trasnochador como yo.
Plaza de España, Santo Domingo de la Calzada |
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