Esta prueba se celebra en Leitza sobre un trazado de 67 kilómetros y 7200 metros de desnivel acumulado recorriendo la sierra de Aralar. Zona espectacular pero con un gran inconveniente: la climatología. Para conseguir los bosques esa belleza, es necesaria mucha humedad y lluvia. Había muchas posibilidades de que el agua fuera una participante más y...así fue.
El día anterior hubo precipitaciones, tormentas e incluso nieve en toda la parte norte de la península. Carreras como "Los 10.000 del Soplao" tuvieron que recortar el recorrido, incluso tuvo que suspenderse el "Desafío El Cainejo". Nosotros tuvimos más suerte. Las íbamos a pasar canutas pero por lo menos podríamos correr.
Cuando la organización debe aumentar el material obligatorio no es buena señal. Así nos presentamos en la linea de salida. Mañana con muy buena temperatura pero justo 10 minutos antes de arrancar, empezó a llover. Tuvimos que refugiarnos bajo la carpa o el portalejo de la plaza. Solo unos valientes aguantaban el lado del arco de meta. Tocaba sacar el impermeable y cruzar los dedos para que no durara mucho.
Como es tradición, la aventura va precedida de un aurresku que no puedo ver pero si sentir. Aplausos, cuenta atrás y empezamos. Unos primeros kilómetros en continua subida, primero por carretera y luego por sendero amplio, perfectos para alargar el pelotón sin agobios.
Quiero contar que soy enemigo acérrimo de los bastones. Se todas las cualidades positivas que aportan. Mayor equilibrio, descarga de los músculos de la espalda, economía de esfuerzos pero si no los usas, son terriblemente incómodos......los de los demás. Si ya es difícil ascender en pelotón, imaginaros lidiando con ellos. Es como si cada corredor tuviera 4 piernas. Además, mucha gente no los usa correctamente. No te niego que en un futuro no los llegue a utilizar pero a día de hoy, nuestra relación está inmersa en una profunda crisis.
Aguantando el chaparrón. Fotos de Festak |
EL primer tramo pasa rápido. Ha dejado de llover y solo hay que lidiar con el barro acumulado. A estas alturas lo veo hasta divertido. La humedad es alta. Llevar el impermeable puesto no ayuda pero decido esperar a quitármelo hasta llegar al avituallamiento del kilómetro 18 en Gaintza. Reponemos líquidos y tocaba afrontar la parte más dura de la carrera. Un "Kilómetro Vertical" que a su vez es Campeonato, con clasificación a parte. Siempre me resulta curioso esta denominación. Lo llaman así pero luego te pegas subiendo 5 interminables kilómetros. Es engañoso y puesto a mala baba.
Según vamos ascendiendo, el barro se hace más abundante. Empieza a ser difícil mantener el equilibrio. Tanto es así, que en el suelo se mezclan pisadas de zapatillas con huellas de manos. Subimos despacito y sin arriesgar, ya habrá tiempo para correr.
Hacemos cumbre a 1431 metros de altura, avituallamiento posterior y empieza el descenso. Las zonas de bajada se alternan entre amplias laderas verdes y frondosos bosques. Enseguida nos introducimos en uno de esos bosques que tanto me habían encandilado el año anterior. Cuando descendemos por zonas así siempre me transporto a un videojuego. Me siento el personaje principal y únicamente tengo que jugar. Viene un charco, doy a la "X" para saltar. Cuidado, botón de agacharte, árbol a la vista. Presionar "L1", turbo en acción para adelantar a un compañero. Quien se aburre es porque quiere.
Van pasando los kilómetros de forma más o menos cómoda.Tocaba afrontar la segunda subida seria y me encontraba bien físicamente. Aquí el nivel de l@s corredores es brutal. Pese a encontrarme bien, la facilidad con la que se mueven los demás es pasmosa. Solo queda disfrutar y aprender. Hablando de disfrutar. No deja de sorprenderme la devoción que hay por este deporte en Navarra y País Vasco. Están a años luz del resto de comunidades. Da igual, el frío que haga o lo intrincado del lugar, que siempre hay un aficionado animándote. Me quito el sombrero. Así hacer cumbre es mucho más fácil. Con una sonrisa de oreja a oreja coroné Putzuzar (33km) rodeado de aplausos.
Haciendo como si corro. Fotos de Festak |
Ahora un largo descenso hasta Lekunberri (45km) donde estaba el avituallamiento principal. Las bajadas que antes me parecían un videojuego, van tornándose en un libro muy denso. El barro, poco a poco, va minando mi moral. Hay zonas con cuerdas para que, literalmente, no caigas rodando. Menos mal que tengo las "Hoka Speedgoat 2". No me gustan mucho pero en zonas así vienen como anillo al dedo. Pese a mantenerme siempre en pie, mi cabeza va desconectando...
Llegamos a Lekunberri. Espero que con el plato de pasta todo mejore. Haciendo un pequeño paréntesis, quería dar la enhorabuena a la organización por su concienciación con el medio ambiente. Han intentado eliminar todo el plástico posible de los avituallamientos. Incluso han creado vasos reutilizables específicos para la ocasión. Yo, enamorado por igual de los festivales y las carreras, estoy encantado con poder ampliar mi colección. Disfruto mucho tomando mis batidos recuperadores en vasos del "Rototom" o un calimocho bien frío sobre un recipiente de "Haría Extreme Lanzarote". Soy un chico de contrastes.
Después de reponer energías tocaba una zona más o menos fácil. Trote ligero para que asiente la comida y mirar el mapa para ver que nos espera. Observándolo, ya hemos pasado la parte más dura. Ahora todo era coser y cantar....¡ERROR! Estas carreras son impredecibles. Lo más accesible se puede tornar en infernal. Empezó a llover y hacer frío. La lluvia azotaba con fuerza lateralmente, dañando la cara. El barro ya me había ganado por completo la partida. Ni los bosques conseguían alegrarme.
Con todo lo fiel que soy a la planificación nutricional, ya pasaba de ella. Los charcos ni los evitaba. Solo buscaba el reloj y ver como se iba acercando al kilómetro 67. Lo bueno de todo esto es que he conseguido superar toda la carrera sin caerme (Ahora es cuando vienen los aplausos). Ante todo, lento y precavido. Estas competiciones son las que te curten de verdad.
Aventura superada |
Llegué a meta apenas pasadas las 9 horas de carrera. Justo lo que había planeado. Las inclemencias del tiempo han sido determinantes. Si nos hubiera acompañado un poco más la suerte, habría llegado mucho antes. Me llevo una sensación agridulce. Se que en condiciones normales me habría encantado la carrera. Es perfecta para mi. No obstante, las últimas 3 horas me han dejado bastante tocado. Toca recuperarse mentalmente. Hacer un pequeño descanso de competiciones y centrarme en entrenamientos sin presión.
Sin duda volveré. Necesito correrla sin barro y disfrutar como un enano.
!Va por ti PRIMO!
Tiempo: 09:11:05
Puesto: 140
Participantes que acabaron: 460
BANDA SONORA DE LA CARRERA