sábado, 26 de septiembre de 2020

ETAPA 1: LEÓN - ASTORGA (50,1 km)

 Etapa 1: León - Astorga (50,1 km)

Vuelvo a retomar el Camino después de un 2019 en barbecho por diferentes motivos. El trabajo y los estudios me impidieron acabarlo. Este año era el elegido. Tenía ya las fechas fijadas para mayo pero debido al Coronavirus, tuve que posponerlo una vez más.

Ahora que ya estamos fuera del estado de alarma, era mi momento. Se que la situación no era la idónea (Emprendí esta primera etapa el 13 de julio) para exprimirlo al máximo pero no podía esperar más.

Por motivos laborales, tampoco tengo muchos días disponibles. Mi plan es unir León con Santiago en 6 etapas. 

Mi distancia hasta Santiago

Para apurar todo lo posible mis días, cojo un autobús nocturno que me deja en la capital leonesa a las 6:15 de la mañana. Una vez llego, emprendo mi etapa hacia Astorga. Se que va a ser duro. En torno a 50 kilómetros me van a esperar cada día. Con paciencia, alegría y buenos alimentos, todo irá bien.

Como ya he cumplido en otras ocasiones, una de mis reglas es no correr mientras cruzo las diferentes localidades. La salida de León es muy larga. Más de una hora después, empiezo a dejar las últimas casas atrás. 

El tramo que ahora empieza no es precisamente muy llamativo. Como primera etapa, es fallida. Te impide engancharte al Camino nada más empezar. Son casi 30 km paralelos a la nacional 120. No son duros pero tampoco amenos.

Al llegar a Puente de Órbigo la mentalidad cambia. Pasar por su puente e inmiscuirte en las andanzas del caballero Suero de Quiñones e imaginarte los torneos de justa ahí vividos, alegran la mente y avivan las piernas.

Siempre adelante

Cuando cruzas Hospital de Órbigo tienes dos opciones. Ir por la carretera o por un camino alternativo. Harto de tanto asfalto, elijo la segunda opción. 

Visto lo visto, no sé si acerté. Ahora te esperan más de 10 kilómetros  por caminos en los que predomina la NADA. Cero sombras y en mi caso, campos recién labrados. Hay que tener una mentalidad fuerte pero yo te animo porque tendrás tu recompensa.

Un poco antes de llegar a San Justo de la Vega, te encuentras con uno de esos rincones que hacen del Camino una aventura tan especial. Una finca en la que el propietario la ha arreglado de tal manera que sirva como área de descanso para el peregrino. Camas, tumbonas, zonas sombrías e incluso un avituallamiento donde reponer fuerzas. ¡Y todo por amor al arte! Tienes la posibilidad de agradecer su iniciativa dejando propina en la hucha. Bueno, posibilidad.....después del esfuerzo, yo creo que tendría que ser una obligación por parte del peregrino.

Más a gusto que en brazos

Al llegar justo a la cumbre que desemboca en la siguiente localidad, un OASIS. En el horizonte se divisa la majestuosa Astorga con su Catedral al mando. Todo se vuelve positivo, sabes que estás muy cerca de acabar la etapa. La entrada al pueblo es un poco rocambolesca, idas y venidas hasta entrar en las primeras calles.

Me hospedo en el Albergue Siervas de María. 7 euros la noche. Tiene todas las medidas sanitarias cubiertas, entre ellas, no poder usar la cocina. Hago el ritual de siempre: ducha, lavar la ropa y a por una cervecita.

En el apartado gastronómico, lo clásico sería probar el famoso cocido Maragato pero en julio y casi a 40 grados, no es lo que más apetece. Opto por hacerme un bocadillo con embutidos de la zona, la cual, no es una mala opción. 

Acabamos la tarde visitando sus murallas, la casa de Gaudí y probando los obligados mantecados. ¡Primera etapa finiquitada!. 


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