Todo empezó a la hora de programar el calendario de principio de año; poder compaginar trabajo, carreras y vacaciones. La verdad que todo me cuadraba perfectamente pero, iluso de mi, no deje mucho espacio de diferencia entre las dos últimas variables. El caso es que 10 días antes de la mencionada carrera, estaba cogiendo un avión destino a los Carnavales de Tenerife. Mis días en esa maravillosa isla se pueden resumir en mucha guasa, abundante comida, demasiados ginctonics y por supuesto, poco descanso y nulo entrenamiento.
Así que me planté el domingo con el cuerpo no muy bien preparado pero con la inscripción pagada y las ganas de correrla por primera vez, no había excusas para echarse atrás. Allí me junté con mis compañeros de ANDANDAEH, calentamos un poco y nos dirigimos a la zona de salida.
Al ser una carrera organizada por varias unidades militares, la salida se iba a llevar a cabo mediante una "salva de armas" y aunque nos avisaron por megafonía, eso no evitó que todos nos asustáramos al oír semejante petardazo. Nos pusimos los tres Jorges juntos con la idea de ir a un ritmo de 4:30 pero nada más empezar la cuesta que nos llevaba hacia Juslibol mi respiración entrecortada deparaba un futuro incierto. En el kilómetro 2 ya me había quedado solo y las sensaciones no eran nada buenas.
Iban pasando los kilómetros y el terreno no daba un respiro, los primeros 11 fueron en constante subida no muy pronunciada pero que eran un autentico rompe piernas. Puedo asegurar que esta parte de la carrera es donde más he sufrido de todas en las que he participado. Mi mente se debatía entre abandonar o aguantar como pueda aunando al espíritu militar tan presente durante todo el recorrido. Pasado este primer tramo, empezó una zona mucho más llevadera con una prolongada bajada. Creía que iba a ser positivo, pero nada más lejos de la realidad, cada pisada fuerte que hacía repercutía en mi rodilla izquierda. Notaba que "bailaba a su son".
Para más inri, el adelantamiento de corredores era constante, situación no muy favorable para mi ya maltrecho optimismo. Decidí dejarme llevar, ocultar el reloj y no forzar en ningún momento para evitar posibles lesiones ( Los pinchazos de la rodilla no me daban buena espina ). Como buen aragonés, la idea de abandonar se nos puede pasar por la cabeza, pero tenemos que estar muy mal para llevarla a cabo ¡Cabezones ante todo!
En el punto 25 nos juntábamos los corredores que habíamos elegido la modalidad de 30 kilómetros y los de 11. Fue un soplo de aire fresco ya que después de dos horas viendo como me iban adelantando corredores, ahora por fin era yo el que adelantaba. Fueron los mejores momentos de la prueba hasta que pasamos Juslibol y a falta de dos kilómetros el terreno se volvió asfalto. Ahí se me juntaron todos los males, al dolor de rodilla se unieron pequeños calambres. Solo pensaba en cruzar la meta y tumbarme en el césped.
Ese ansiado momento llegó después de 02:29:46 sufriendo. Fue una mañana muy dura pero para nada me arrepiento ya que como dice el refrán: "Lo que no te mata te hace más fuerte".
A las conclusiones que llego es que el cuerpo no es una maquina, necesita un tiempo para recuperarse de ciertos excesos. No puedo esperar no sufrir en una carrera a la que no llego preparado. Empiezo marzo con una mala experiencia pero espero cerrarlo por todo lo alto, voy a participar en mi primera ULTRA; II Trails Nogueruelas. Un recorrido de 70 kilómetros en el que debo llegar en mejores condiciones. Tenía pensado ir a las Fallas de Valencia, pero igual hay que pensárselo mejor...bueno....¡Si solo voy un día tampoco pasa nada!¡Amunt Valencia!
¡Va por ti PRIMO!
Tiempo: 02:29:46
Clasificación general: 252
Participantes: 824
BANDA SONORA DE LA CARRERA
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