jueves, 8 de octubre de 2020

ETAPA 5: PORTOMARÍN - ARZÚA (55KM)

 Etapa 5: Portomarín - Arzúa (55km)

Acabamos el día anterior cenando todos juntos. Hicimos muy buenas migas todos los compañeros de habitación pero según iba anocheciendo, nos fuimos refugiando en nuestros sacos de dormir. Decidimos levantarnos todos a la misma hora y así despedirnos.

Unos son más rápidos y salieron casi al amanecer. Yo, pese a madrugar más de lo habitual, me lo tomo con más calma. Siempre desayuno en un bar antes de emprender la caminata. Sin mi café con leche me es imposible ponerme "a la marchica".


Solo me queda un maratón

Enseguida alcanzo a los primeros compañeros de habitación. Hago los primeros kilómetros andando con ellos. Coincide con un gran repecho en el pueblo de San Roque. Es una buena manera de espabilarte. Ten en cuenta que es corta pero muy exigente. Cuando llegamos al final y rodeados de inmensos campos de cereal, me despido y comienzo a correr. En momentos así enseguida comprendo la esencia que me estoy perdiendo al no hacerlo andando. Esas charlas en movimiento con los demás peregrinos, el avance sosegado, las pausas....Son sentimientos contradictorios. Me gustaría vivir esa experiencia pero a la vez siento que no es mi estilo. Yo adoro correr y disfruto mucho más de la experiencia haciéndolo a mi manera.

Haciéndolo a mi manera también tengo muchas horas para pensar y mientras iba dejando atrás a todos mis nuevos amigos se me ocurrió una idea para amenizarles el camino. Les fui dejando notas personalizadas en diferentes partes del recorrido. Hablamos de tantas anécdotas e historias el día anterior que tenía material de sobra para sacarles una sonrisa. Espero haberlo conseguido. A la vez, les dejé mi Instagram para seguir teniendo contacto para futuros reencuentros. 

Con esta ocurrencia, se me van pasando los kilómetros más amenos. Combinamos pistas y asfalto mientras atravesamos pueblos. El primero de gran entidad es Palas del Rei. Nada más llegar hay un puesto de información. Aprovecha y sella tu credencial. 

Hay dos curiosidades digamos "arquitectónicas" que me llaman la atención en Galicia. Casi todas las casas tienen una caseta con una forma muy extraña en sus corrales. Tiene forma rectangular y está elevada sobre el suelo. No se que finalidad tiene pero es muy llamativa. Por otro lado, es bastante chocante los cementerios de muchos pueblos. Las lapidas se amontonan alrededor de las iglesias, formando un muro de nichos. Es como si los muertos defendieran el edificio. No se vuestra opinión pero a mi me resultó retorcido.

¿Para que servirá?

Llegamos casi al maratón recorrido (40km) cuando llega el siguiente gran punto y que todas las guías del Camino señalan como indispensable.: Melide. - ¡No te puedes ir sin probar el pulpo! -. -¡El mejor pulpo de España!- dictan todas las reseñas que leí antes de venir. Y esa era mi intención.....

Todo cambió cuando me introduje en la localidad. La algarabía y el trafico eran tan abundantes que me agobié. Coches por todos lados, humos, sonido de bocinas. Vamos, lo básico en una población grande. Será la soledad del peregrino pero esa sensación hizo que no quisiera parar y querer salir de ahí cuanto antes. ¡Chao Pulpo!

De ahí a Arzúa se me hizo un poco duro. Ha sido un día de calor intenso y sumado a los kilómetros en las piernas, el físico ya empieza a mermarse. Llego al mediodía. Una gran calle principal atravesada por la carretera me da la bienvenida. Los primeros edificios están llenos de albergues y hoteles. Empiezo a preguntar y todos están llenos. Me empiezo  asustar. -¡No se si tengo fuerzas para seguir hasta el siguiente pueblo! -. Por fortuna, sigo avanzando y metiéndome en una pequeña calle paralela doy con el "Albergue Turístico Arzúa". La sensación que me da es que va a ser más caro. Entro y para mi sorpresa son solo 10 euros la estancia y el sitio es espectacular. Además, estoy solo en una habitación con 20 camas. Parece ser que todos hacemos los mismo. Vamos entrando en el primer albergue que vemos sin pensar que hay otros más adelante.

Autostop: Destino Santiago

Después de 5 días comprando en un supermercado comida de batalla y yendo a un parque, llegó el momento de darme un capricho. Hoy comeré en una mesa. Entro en el Mesón O Furancho de Santiso. Que placer comer de menú. Comida caliente, botellita de vino, primero, segundo y postre. Pequeños placeres que hay que darse de vez en cuando. Siento la felicidad de mi estomago.

Con cuerpo y mente satisfecho me dispongo a descansar y relajarme, solo me queda una etapa y me la he dejado más corta de lo normal. Emulando al Tour de Francia, mañana va a ser un día para disfrutar y saborear las mieles del éxito. 


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2 comentarios:

  1. Las casitas que dices son hórreos, se utilizan para almacenar los productos de la huerta

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    1. Muchas gracias por la información. ¡Duda resuelta!

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