miércoles, 28 de noviembre de 2018

Global Ports Marabana Cuba

Después de varios años detrás de un sueño que se me resistía, unas veces por dinero y otras por trabajo, en 2018 por fin lo pude llevar a cabo. Iba a correr un maratón en las calles de mi querida CUBA, en el "Global Ports Marabana Cuba".

Una carrera de estas circunstancias, tan lejos de casa, después de un viaje muy largo, con cambio brusco de temperatura, solo se puede enfocar de una manera: DISFRUTAR. Evidentemente, eso sería lo razonable pero en el interior de todo corredor siempre está presente ese sentimiento de competir y dar lo máximo. La ilógica lógica del "runner".

Llegué a la ciudad de la Habana el viernes por la noche junto a otros dos enamorados de este país, mi  padre y mi tío, entrenadores eventuales. La recogida del dorsal para los extranjeros es en el Hotel Nacional. Ahí mismo te dan la medalla. Yo no soy partidario de que te la den antes. El único que se lo merece es aquel que llega a meta.


Que "Gozadera" correr en la Habana

Los corredores nacionales deben acudir al Coliseo de la Ciudad Deportiva. En su caso, la participación es gratuita, fomentando una gran fiesta del deporte con cerca de 6000 participantes. Además, los alumnos finalistas tendrán la asignatura de educación física convalidada.

La salida era a las 7 de la mañana para evitar lo máximo posible las horas de más calor. Como si fuera mi primer maratón, me levanté lleno de nervios y con una sonrisa de oreja a oreja. Mi desayuno consistió en pan con jamón adquirido el día anterior en una de las múltiples "ventanitas" que inundan las calles. Todo aquel que ha visitado Cuba sabe de lo que hablo.

Me dirigí a la salida donde ya reinaba la multitud. Había modalidades de 5, 10, 21, 42 y discapacitados. 20 minutos antes, los cajones de salida ya estaban abarrotados. No había ningún control. Me ubiqué lo más adelante posible pero no se podía avanzar más. En ese momento, la megafonía anunció la presencia de un invitado muy especial: WILL SMITH. Me giré y ahí estaba él, rodeado de guardaespaldas pero muy cercano a la gente. ¡Siempre podré decir que gané al Príncipe de Bel Air!


Will Smith en plena crisis 

El recorrido eran 2 vueltas por el centro de la Habana, recorriendo zonas tan míticas como el Capitolio, la plaza de la Revolución o el Malecón. Mi estrategia era ir a ritmo de 3 horas. La salida, al estar tan retrasado, consistió en ir adelantando a multitud de personas. La variedad era ilimitada. Desde niños hasta personas ancianas andando. Lo que más me llamó la atención era la cantidad de gente que iba abrigada cuando yo estaba "acalorado perdido". Me dijeron que estábamos en mitad de una ola de frío. Por mas que busqué, no la encontré.

Los kilómetros iban pasando y me encontraba muy bien aunque el calor era ya significativo y no eran ni las 8 de la mañana. El Malecón lleno de gente pescando, la algarabía de las calles, los edificios. Estaba en modo turista, fotografiando con la mirada todos los rincones posibles. En su contra, he de decir que no había mucha afición por las calles. Creía que los cubanos iban a ser más pasionales y transmitirnos a los corredores toda su energía pero no fue así. Lo más ruidosos, los turistas españoles y australianos.

Los primeros 21 km los compartí con una corredora, Liuris Figueredo, iba con libre así que supuse que sería una buena referencia. Pasé el ecuador de la carrera en los tiempos previstos. A partir de ahora nos quedábamos solos los valientes del maratón. Como en muchas otras carreras, era hora de correr en solitario y donde la cabeza pasa a tener un papel protagonista.

Una vez me adentré en el Malecón por segunda vez, apareció el "Pajarón del Siglo". El calor era agobiante, mi cuerpo no paraba de sudar y la corredora se alejaba cada vez más. La deshidratación  se unió a mi ritmo de carrera, haciéndome parar y andar. Por suerte, los avituallamientos son abundantes. A los lejos divisaba uno. Me hidraté por dentro y por fuera y proseguí mi calvario. A estas alturas, la estrategia había cambiado dramáticamente. Opté por bajar el ritmo a 5 minutos el kilómetro e intentar no andar. Ir a un ritmo lento pero constante.

Hay que avisar que este maratón, pese a lo que se pueda pensar, no es para nada llano. Salvo la zona que bordea el mar, el resto son calles bastante irregulares. Te encontrarás con subidas que romperan cualquier ritmo posible y bajadas para poder recuperar. Un sube y baja de sensaciones. Tus piernas tardaran en perdonarte.


La RECUPERACIÓN es vital

Por el kilómetro 35, a la altura de la plaza de la Revolución, aupado por la presencia de Ernesto y Camilo, volvieron a resurgir las fuerzas. Adopté un ritmo más alegre mientras iba adelantando corredores caídos en batalla. Como podéis imaginar, los abandonos son abundantes y el Señor del Mazo tiene bastante trabajo extra. Su día es como nochebuena para Papa Noel. Si decides venir, enfoca la carrera de una forma conservadora y sobretodo, no pienses en hacer mejor marca personal.

Llegué al Capitolio desfondado y empapado. Vacío pero inmensamente feliz. El tiempo final (03:18:30) deportivamente hablando es un fracaso. Planteé mal la carrera. Subestimé la climatología. Si hubiera hecho la primera parte de la carrera más lenta, el tiempo final sería mejor, incluso habría evitado  la pájara. Ya tengo excusa para volver en 2019.

La parte emocional ha sido increíble. Correr por las calles de la Habana es muy emocionante. Quizás, la pega más grande es la ausencia de público, sobretodo en la llegada a meta, muy desangelada. Contrasta la gran participación de corredores con el escaso animo por parte de la ciudadanía.

Todo lo demás es para NO olvidar. Me quedé una semana visitando todo lo que pude. Desde el maravilloso paisaje que rodea a la provincia de Pinar del Río, con playas paradisíacas incluidas. Pasando por Trinidad, la majestuosa villa colonial y acabando en la localidad de Santa Clara, donde se forjó una de las batallas claves de la Revolución por parte de Ernesto Che Guevara. Todo esto en compañía de mi padre. El fue el que me transmitió el amor por esta tierra. Sin duda, era el compañero perfecto para llevar a cabo esta aventura y vivirla juntos. ¡Hasta la victoria siempre!

!Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 03:18:30
Clasificación general: 18

Participantes que acabaron: 239

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 RECOMENDACIONES

  • Donde cenar: Como he dicho antes, soy fan de las famosas "ventanitas" callejeras. La otra opción es ir a los paladares. En este caso, del que más grato recuerdo guardo es PEPO'S en la ciudad de Viñales. Comida criolla a muy buen precio.
  • Donde dormir: Hostal Corona. Situado en pleno centro de la Habana. Sin duda, uno de los mejores recuerdos que me llevo. Tanto la dueña Barbara como su hija son unas perfectas anfitrionas.
  • Que visitar: No me puedo quedar con solo una cosa. Playas paradisíacas como Cayo Jutías. El mausoleo del Che para aprender historia. Paseos por las calles de Trinidad y visitar su casa de la música. Haya donde vayas, disfrutarás. 




miércoles, 7 de noviembre de 2018

II Trail Villa de Épila

Después de dejar el verano atrás, volver a los entrenamientos, solo me quedaba retomar las viejas costumbres. Tocaba turno de noches en el trabajo y con ello, la búsqueda de una carrera para ir sin dormir el domingo. Con la cantidad de opciones que hay en el calendario, no me costó mucho encontrar una candidata: "II Trail Villa de Épila".

Es una localidad que se encuentra tan solo a 30 minutos de Zaragoza. Era la opción perfecta. El recorrido era muy apetecible. 12 kilómetros divididos en 2 tramos. Los 6 primeros discurrían por pista en continua subida pero muy llevaderos. La segunda parte de la carrera era una bajada rápida hasta desembocar en el pueblo otra vez. Un entrenamiento exigente para ir poniendo el cuerpo a tono.

Después de unos días bastante fríos, la climatología ofreció una tregua. Salió una mañana espectacular, sin nada de viento y con un sol radiante. A pesar de ello, no quise pecar de valiente y me abrigué con mallas largas y manguitos. Iba sin dormir, había que proteger un poco a mis cansadas defensas.

Este tipo de carreras son un poco trampa para los corredores que estamos habituados a participar en ultras. Las salidas son muy rápidas y te dejas llevar por la estela de los demás compañeros. En mi caso, me cuesta entrar en ritmo de competición. En una carrera de larga distancia tienes tiempo de ir aclimatándote a la situación e ir pillando el ritmo. Hoy no era el caso, tienes que salir a fuego SI o SI. 

Dándolo todo. Fotos de Aragón Atletismo

Dicho e hecho, en cuanto sonó el cohete anunciador, la gente salió escopeteada. Tu, iluso corredor, sigues el ritmo del pelotón. Al minuto ya has roto a sudar como un descosido. A los 5 minutos empiezas a respirar a trompicones. A los 10, las piernas tiesas como palos. Incluso en la primera cuesta (En una Ultra no se consideraría ni repecho) tienes que andar. Así es la magia de este deporte. Hay modalidades y distancias para todos los gustos. En unas te sentirás como pez en el agua y en otras sufrirás lo que no hay escrito.

Una vez pasados los primeros 5 kilómetros, se divisaba al fondo una cuesta bastante más pronunciada. Recordando el mapa de Wikiloc, supuse que sería el último escollo antes de afrontar la bajada. Cuando hicimos cumbre, afronté una pequeña bajada con alguna piedra suelta. Al acabar oí un grito detrás de mi. Me di la vuelta y ahí estaba mi compañero Cubero tirado por el suelo justo en el lugar de las piedras. Enseguida 2 compañeros le ayudaron a levantarse. Después de unos segundos de titubeo, hizo un chequeo rápido y observo que la carrocería, pese a tener algún rasguño, seguía en perfecto estado. Proseguimos el camino, ya solo quedaba la parte más favorable de la carrera.

Salida como si no hubiera un mañana

En el ecuador de la prueba se encontraba el avituallamiento. Un vaso de isotónico y a poner el turbo. 6 kilómetros de bajada por una pista amplia y rápida. Ideal para poner el motor a prueba. Como he dicho antes, me cuesta entrar en calor. Una vez que lo consigo ya no hay quien me pare. En este tramo adelanté a varios corredores hasta el momento de llegar al pueblo. Al entrar en las primeras calles di alcance a José Manuel del Club Atletismo la Almunia. Me encontré en la misma tesitura que en la "Media Maratón Comarca de Valdejalón" pero con los papeles cambiados. Estaba más fuerte que mi compañero pero no me parecía justo pasarle en el último momento después de ir él delante toda la carrera. Me puse a rebufo y llegamos a meta en poco más de 50 minutos.

Otra carrera más que he descubierto y disfrutado. Se asemeja a pruebas como "Trails María de Huerva" o la "Subida a Rodanas" en esta misma localidad. Aquellas se realizan en primavera, coincidiendo con mi mejor estado de forma. En su día, conseguí estar entre los primeros clasificados, incluso subiéndome en algún podio. Se que hoy, si estuviera al 100%, hubiera rondado esos puestos pero toda temporada tiene su proceso. Hay que ir poco a poco y al final, conseguiremos los resultados deseados. 


!Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 00:51:28
Clasificación general: 22

Participantes: 97

                                         BANDA SONORA DE LA CARRERA