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lunes, 21 de abril de 2025

MARATÓN DE ZARAGOZA

Seguimos la temporada. Suma y sigue. Vamos acumulando kilómetros con el único propósito de superarnos a nosotros mismos. Encontrar nuestra mejor versión. Ha llegado la hora de demostrarlo y que mejor lugar que en tu propia casa. Corremos en la Maratón de Zaragoza.

Como ya va siendo habitual, en mi ciudad quemo el último cartucho. Después de centrarnos en la Maratón de Castellón, si sale mal, siempre tenemos una segunda oportunidad  en la capital maña. Esta vez tocó cruz, no conseguí cumplir objetivos así que tocaba resarcirse a orillas del Ebro.

Como ya conté, en navidades tuve una lesión que me dejó fuera de juego durante 3 semanas. Eso provocó llegar muy justo a Castellón. Así fue. Las matemáticas no fallan. Perdí  y tocaba seguir entrenando duro unas semanas más. Así lo hice. Sumé una buena remesa de kilómetros extra y a volverse a poner en la línea de salida.

Amanecía una agradable pero ventosa mañana. Los autóctonos ya estamos acostumbrados. El cierzo siempre nos acompaña. Es algo que tenemos asumido. Seguro que es el único atleta que ha participado en todas las ediciones. Nos acercamos a la plaza del Pilar y nos ubicamos en nuestro cajón. A primera vista no hay muchas caras conocidas. Las fechas este año no han acompañado y la participación de élite ha bajado salvo los africanos contratados por la organización. En féminas si destaca la presencia de Laura Méndez, olímpica en Tokio. 

Salimos y nos vamos posicionando. Mi objetivo es intentar hacer 2:35. Una de las peculiaridades en maratones más familiares son las conversaciones los primeros metros entre corredores. ¿A que ritmo vas a ir? ¿Qué marca quieres hacer? Oigo que Laura quiere hacer 2:40. Se que ir en su grupo sería una gran baza, sobre todo para chupar cámara en la retransmisión de Aragón TV. Mira que me gusta a mi un buen salseo pero esta vez había que intentar ir más rápido. Me adelanto y enseguida me quedo solo. En mitad de la nada. Solo el cierzo y yo.

Vaya 2 monumentos... Fotos de Barrel

Los primeros kilómetros van pasando cómodos. Abandonado pero feliz. Voy viendo caras conocidas entre el público y eso siempre anima. De momento, todo va viento en popa. El recorrido, salvo pequeños cambios, se ha consolidado estos últimos años por lo que me lo sé de  memoria. El principio me gusta bastante. No opino lo mismo de la zona de la Expo. Me parece bastante desangelada. ¿Pero sabéis qué? Te guste o no , te toca pasar así que nos ponemos a ello.

Noto que el grupo de Laura va unos metros detrás. ¿No sería buena idea esperarles y correr en grupo? Ir en solitario tanto tiempo va mermando las fuerzas. Está totalmente estudiado que se gastan muchas más energías pero se ve que hoy estaba en plan llanero solitario. Seguí mi encrucijada hasta el kilómetro 20. Es la parte donde rodeamos el Parque del Tío Jorge. Siempre se me atraganta esta zona. No se que tendrá pero es de mala digestión.

Al paso por la avenida del Puente del Pilar empiezo a oír unos gritos que me resultan familiares pero no lo asocio a nadie. Estoy pasando por una zona bastante desconocida. Me acerco y ahí estaban mi hermana y sobrinos. ¡Más familiares no podían ser! Les saludo y prosigo con mi aventura. Ya me voy notando el paso de los kilómetros. Algo no anda bien. De vuelta al centro y al paso por el Puente de Hierro donde se ubica toda mi familia, paso con una gran sonrisa pero más grande era la fatiga. Hagamos que parezca que todo va bien...

La Virgen del Pilar dice...

A orillas del Ebro ya me adelantan los compañeros que llevaba detrás con anterioridad. Me intento enganchar en vano. Sus ritmos ya me parecen inalcanzables. Vuelvo a pasar por donde mi familia y aunque intento disimular, mi  desencajada figura me debió delatar según me comentaron a posteriori.

Sigo con mi vía crucis. Sobre el kilómetro 28 y al pasar el túnel de Cesáreo Alierta, viendo que dos parciales se me habían ido por encima de 4, decido parar. ¡CORTOCIRCUITO TOTAL! No me había pasado en la vida en una maratón. Se me pasó por la mente abandonar y no lo dude un segundo. Cero capacidad de sufrimiento. Arrinconado en el asfalto vi pasar a Laura y su grupo. Ma agarré a un pequeño hilo de esperanza y retomé el camino.

Nada más lejos de la realidad, a escasos 1000 metros y mientras me estaba tomando un gel para coger energías, decidí parar del todo. Querer y no poder. Es todo un reflejo de la pelea interna que llevaba. Vi pasar a mi compañero Kevin. Le dije: -¡Hasta aquí hemos llegado!-. Frustrado y cabeza gacha me fui andando hacia la meta. Me estaban esperando los familiares. Esta vez no van a disfrutar de mi entrada triunfal, toca hacerlo por la puerta de atrás.

Esta claro que se me ha hecho muy larga la temporada. Igual ya no estamos para tantas semanas de entrenamiento. Tengo que jugarme mi baza a un único pico de forma o espaciarlos en más tiempo. O quizás solo ha sido un mal año. O tal vez haya llegado a mi tope. Tantas preguntas y ahora mismo todas las respuestas son negativas. Dejaremos reposarlo y hacer un pensamiento de forma más cabal.

De momento, lo que toca ahora es un cambio de chip. Una nueva aventura me espera ¿Quizás la más grande que he vivido? No lo sé, pero seguro que disfruto mucho del camino. Me espera nada más y nada menos que la SPARTATHLON


¡GRACIAS PRIMO, VA POR TI!

Tiempo: ABANDONO

                                              BANDA SONORA DE LA CARRERA










lunes, 17 de febrero de 2025

MARATÓN DE CASTELLÓN

 Ya estamos inmersos en 2025. Otro año más donde renovar objetivos, ponernos nuevas metas y buscar aventuras que nos hagan crecer. En mi caso, arrancaremos igual pero diferente. Mismo lugar, distinto resultado. Arrancaremos en la "Maratón de Castellón".

Por primera vez habíamos conseguido empezar la preparación con bastante antelación. Sin competiciones de ultrafondo alterando a mi entrenador. Me había juntado con unos amigos para hacer los entrenos de calidad y así exprimirnos aún más. Todo iba genial hasta que ¡ZASCA! Después de unas series de 400 empecé a notar molestias en la ingle. Fueron a más. Diagnostico: Pubalgia y 3 semanas perdidas. Trabajando con mi fisio y con ejercicios de rehabilitación conseguimos controlar las molestias pero a día de hoy aún siguen presentes.

Llegamos a Castellón en muy buena forma pero con la rabia de esas 3 semanas a medio gas (En una preparación tan exigente, perder 20 días es un mundo). No obstante, no nos dejamos amedrentar por la situación. Siguiendo las instrucciones de Fernando, decidimos arriesgar. Hemos venido a jugar. Si perdemos, ya echaremos otra partida en la Maratón de Zaragoza. All-in. Todo al 3:35 el kilómetro.

Salimos bajo una espesa niebla a las 9:17. Minutos después de la 10k donde, a posteriori, Kejelcha iba a conseguir récord del mundo. Como siempre en Castellón, la carrera sale volada. Sus amplias calles animan a llevar una zancada alegre y rápida. Para más inri, vas adelantando a los corredores de la 10k. Eso fortalece más el ritmo crucero.

En los primeros kilómetros consigo enlazar con la tercera clasificada, la keniana Pauline Mutwa. Veo que puede ser una excelente acompañante y me junto a ella. Van pasando los minutos relativamente cómodo aunque se nota que la atleta no está al 100% físicamente. Va por oleadas. Tan pronto acelera y me quedo descolgado como echa el freno y se nos va el ritmo por encima de 3:35.

Agarrado a la élite. Foto de Canofotosports

Cuando afrontamos los últimos metros para llegar al barrio del Grao, después de superar mi querida recta de 4 kilómetros, noto que el ritmo baja bruscamente. ¿Sigo en el grupo? ¿Me voy en busca de nuevas aventuras? Me acojo a mi intrépido espíritu corsario y abandono el barco. Me adelanto en solitario buscando el ritmo marcado por mi entrenador.

Sigue todo en orden, pasamos el 25km. Toca volver hacia le centro. En el momento de retornar a mi recta interminable, apareció un compañero que hacia mucho tiempo que no me visitaba: EL HOMBRE DEL MAZO. Como si de un apagón se tratase, se me fundieron los focos. Se me diluyó la fuerza. Las piernas ya no respondían. La recta de 4 kilómetros que tantas veces he disfrutado, ahora parecía un pasillo interminable.

Intentaba pero no podía. Por mi mente pasaba la posibilidad de parar en el 30. ¿Para que seguir sufriendo si no voy a conseguir los objetivos? Mi próxima preparación lo agradecerá. Por otro lado, mi orgullo me decía: ¿Has venido hasta aquí y vas a abandonar? Anda, anda. ¡No te pares, esgarramantas! Mi pareja me estaba esperando en los últimos kilómetros. ¿Cómo iba a aparecer yo andando? Decidido: NO ME PARO.

Contento de que acabe... Foto de elperiodic.com

La última hora de carrera poco más se puede decir. Sufriendo como nunca. Cuando me adelantaba alguien, mi pundonor intentaba seguirle. Situación que apenas duraba unos segundos. La cruda realidad. El tiempo pasaba muy lento. Ni ver a mi pareja me dio fuerzas. Eso la única vez que la vi, las otras, con la mirada perdida, ni la reconocí. Ya ni enfocaba...

Al final paré el cronometro en 2:38. Muy por debajo de mis expectativas. Al cruzar el arco de meta me alegré solo por acabar con la agonía. Arriesgamos y perdimos. ¿FRACASO? Tampoco lo creo. No todo sale siempre como uno se espera y menos en el deporte. Las circunstancias hicieron que no lo haya podido conseguir esta vez pero me esperan muchos más intentos. La ilusión no se pierde. Al revés, ahora tengo muchas más ganas. Seguir entrenando duro para conseguir un sueño. Seguir entrenado para resarcirme. Seguir entrenando para ser feliz.

¡GRACIAS PRIMO, VA POR TI!

Tiempo: 02:38:19
Clasificación general: 17

Clasificación categoría: 5

                                              BANDA SONORA DE LA CARRERA













sábado, 20 de abril de 2024

XVII MARATÓN DE ZARAGOZA

Sigue avanzando la temporada a paso firme. Los kilómetros se van acumulando en las ya maltrechas piernas. No obstante, no hay tiempo para claudicar, toca correr en casa, toca disfrutar del "XVII Maratón de Zaragoza".

Al principio de la temporada, allá por noviembre, con mi entrenador fijamos la competición en la capital aragonesa como la fecha perfecta para cumplir objetivos. El punto final a una planificación intensa donde se viera reflejado todo el esfuerzo realizado. Por el camino, añadimos el Maratón de Castellón, únicamente como aliciente para saber si íbamos por el buen camino. Al final, todo salió mejor de lo esperado y cumplimos objetivos antes de tiempo.

Con esta premisa, afrontamos la parte final de la preparación para Zaragoza. Siguieron saliendo lo entrenos dentro de lo esperado pero la motivación había decaído. Era como si mi mente, al conseguir mejor marca personal en Castellón, se hubiera desconectado. Cuesta mantenerte concentrado tanto tiempo, por lo menos yo, rey del despiste. Con esto no quiero poner escusas, mi entrega siempre va a ser total.

Amanece el día perfecto. El cierzo nos da una tregua. Con eso ya somos felices a orillas del Ebro. Arrancamos y enseguida se limpia la carrera. Los grandes favoritos se distancian. El resto de mortales vamos formando una gran serpiente multicolor, cada uno buscando su ritmo. En mi caso, 3:40, incluso, si mi cuerpo me concediera permiso, ajustar a 3:38.

Con toda una Campeona de España. Foto del Maratón

Al primer paso por el puente de Hierro (2km) me junto con Lidia Campo, actual campeona de España de 10km en ruta. Hacía de liebre de la keniana Rita Jeptoo. Me dijo que si me juntaba con ellas, me llevaría hasta el kilómetro 15. Acepté como buen comensal. Espero que no se me atraganté la invitación. Además, como perro viejo que soy, sabía que al juntarme con la primera clasificada, iba a acaparar protagonismo en la retransmisión en directo por Aragón TV. ¡Oye, no todos los días uno puede compartir plano con dos campeonas!¡Que me quiten lo bailado!

Al principio el ritmo marcado era fuerte pero me mantuve pegado. Luego bajó. Lidia constantemente estaba mirando hacia atrás y dando palabras de animo a Rita, que iba haciendo la goma. Yo, tan pronto iba con el gancho o me ponía en cabeza. Le pregunté. Me dijo que su plan era ritmo de 3:32 con una proyección de 2:30 en meta. ¡Me asusté! -¡ A donde voy yo!-. Por suerte, enseguida añadió que se veía obligada a bajar el ritmo. No debía ser el día de Rita. -¡Suspiré aliviado!-.

Cerca ya de esos 15 kilómetros mencionados donde se iba a retirar la liebre, observé que mi ritmo global estaba en 3:41. Se me estaban escapando los parciales así que decidí saltar del barco y navegar en solitario. Cambiaba la película por completo. Ahora era único protagonista. Empiezo a ajustar ritmos y al paso por las Murallas aparecen, incombustibles como siempre, mi familia. Una ayuda extra para empezar con la remontada.

La familia siempre te saca una sonrisa...

A partir de aquí, una pelea a tres bandas, conmigo mismo, piernas y cerebro. Nadie más en el horizonte. Las sensaciones van siendo buenas con el paso de los kilómetros pero no todo lo deseables para conseguir objetivos. Me voy poniendo pequeños retos. El siguiente, llegar a la calle Echegaray y Caballero donde van a estar ubicados otra vez mi familia. Antes de ahí, me encontré a mi cuñado y a lo largo de todo el recorrido, multitud de gente conocida. A mi jefe y niños del Club de Atletismo San José, a compañeros de carreras y amigos que hacen todo mucho más fácil. Es una baza a favor el correr en casa.

Se acercaba el momento temido por todos los atletas. La subida del Paseo Cuellar (33km). A estas alturas, no iba a hacer marca personal y si tenía alguna duda, con las primeras rampas, quedó totalmente confirmado. El ritmo se desplomó. Cambio  de chip. Intentar acabar lo mejor posible en la clasificación. Al paso por el Parque Grande, pude observar los atletas que me precedían. Me puse manos a la obra. Sabía que solo había que llegar el kilómetro 37 y luego pies en polvorosa hasta meta.

Llegando al centro enlacé con José Pablo Salazar. Ya solo quedaban 2 kilómetros. A disfrutar de la algarabía y del ambiente festivo de las calles. Sonrisa en mano, afronté la calle Don Jaime. Nuestro baño de masas particular. Se te ponen los pelos de punta cuando pasas por sus extintos adoquines. Me quedé cerca de Damien Urcun pero ya me fue imposible contactar con él. Al final crucé la meta en octava posición y vislumbrando el fallido cronómetro de 02:37:13. Un sensación triste que enseguida se desvaneció gracias al gran Mariano Navascués que con micro en mano me recibió por todo lo alto.

De crack a crack...

Como he dicho, son sensaciones contradictorias. Sabía que ya llegaba un poco pasado de forma y motivación pero siempre tienes la esperanza de mejorar tiempos. No lo conseguí. Esta vez no pudo ser. Por esa parte no estoy satisfecho pero por otro lado, no deja de ser especial correr en casa y sentirme importante. Todos sabemos y somos conscientes que el nivel es más bajo que en otras maratones pero Zaragoza siempre tiene algo especial. Zaragoza siempre en mi equipo.

¡GRACIAS PRIMO, VA POR TI!

Tiempo: 02:37:13
Clasificación: 8
Participantes: 1600

                                                      BANDA SONORA DE LA CARRERA







martes, 13 de junio de 2023

100KM EN RUTA DE SANTANDER

Como es tradición desde hace ya 3 años, me gusta acabar la temporada de asfalto en el norte de la península y a lo grande. Para poner el broche final a unos meses increíbles, vuelvo a participar en "100km en ruta de Santander".

Ha sido un principio de 2023 muy positivo en cuanto a rendimiento. Pese a no cumplir el objetivo en la "Maratón de Zaragoza", si realicé mejor marca personal. Además, tras varios intentos fallidos, al fin conseguí el récord de Aragón en ultrafondo en la modalidad de 24 horas. Con este bagaje llegaba a tierras Cántabras: Sin ninguna presión pero con ganas de redondear un año fantástico.

Mi objetivo es intentar batir mi propia marca (07:33:56). Ya que tengo que desplazarme tan lejos, que el viaje no quede en balde. Como dice la famosa frase de Cruz y Raya: -¡Si hay que ir se va, pero ir pa ná es tontería! -. También es verdad que después de la competición de Ciudad Real, me he desinflado. El alcanzar el récord en las 24 horas me supuso tanto estrés, que una vez conseguido, mi motivación bajó. He seguido entrenando pero tengo dudas. No estoy seguro si me alcanzará...

Llegando a Santander nos estaba recibiendo un sol radiante. Según las predicciones, todo iba a cambiar al día siguiente: Cielos cubiertos y lluvia a lo largo de toda la jornada. No se que prefiero. Cuando vas a estar corriendo 8 horas, todo te viene igual de mal.

Tiempos de bonanza. Fotos de Atletismo en Cantabria

Este año, la competición no acoge el Campeonato de España por lo que la participación es menor. Además, no vienen grandes nombres como otros años pero que eso no quite merito ni compromiso a los que nos ponemos en la línea de salida. Es posible que no se vean grandes marcas pero podéis estar seguros que vamos a ponerle más ganas aún e intentar dar todo el espectáculo que nuestro cuerpo nos deje.

Se da comienzo a la prueba y como siempre, los de la modalidad de 50km salen disparados. Mi estrategia de carrera es subir un poco el ritmo medio con respecto a otros años. Voy a intentar rodar a 4:25. En esta disciplina siempre es complicado las primeras horas de carrera. Te encuentras muy cómodo físicamente y eso te da pie a querer ir más rápido pero.....¡ERROR! Más vale que te pares a pensar un poco y recapacites. "Es mejor prevenir que curar". Este dicho llega a su máxima expresión en días como hoy. 

Yo, como soy más simple que el mecanismo de una cuchara, hago caso omiso de las líneas rojas del Ultrafondo. Sin querer hacerlo, voy rodando en 4:20. -¡5 segundos más rápido no son nada! - Me digo mientras voy acumulando kilómetros. A mi favor, he de decir que iba en segunda posición y eso siempre es un aliciente irrefrenable.

Al llegar a los 30 kilómetros las sensaciones no eran tan buenas y el sol caía con fuerza sobre el parque de las Llamas. Otro gran acierto de la Agencia Estatal de Meteorología. Mi hidratación era la planificada y en una parte del recorrido teníamos esponjas para refrescarnos. Aún así, no conseguía plantar batalla al calor. Me estaba ganando con suma facilidad.

En el kilómetro 40 las piernas ya iban tiesas, aún así seguía manteniendo el ritmo. Siempre espoleado por mi puesto en la clasificación. Deseaba orinar pero lo intentaba alargar lo máximo posible. Como si de una estrategia de Formula 1 se tratase, no quería entrar aún en boxes. Las alarmas se encendieron y tuve que parar en el 42. Vi que era un número muy apropiado en esto del atletismo. Un número místico que me iba a proporcionar energías renovadas...

¡Vaya por dios! No acerté. Una vez retomé la carrera, las sensaciones ya no eran las mismas. Seguía en los ritmos previstos pero me sentía más pesado e incomodo. Las altas temperaturas no ayudaban. Al pasar por el avituallamiento ya alerté a mis padres de mi situación. Quería por lo menos llegar a hacer 50 kilómetros. Una vez entró este pensamiento en mi cabeza, no hubo marcha atrás. Se apoderó de mi mente y ésta lo transfirió al cuerpo. Fui menguando la velocidad hasta el punto de parar y andar. Me adelantaron tanto el tercer clasificado como mi amigo Javi Lozano. Me animó a seguir pero la decisión ya estaba tomada. En cuanto entras en bucle negativo, yo creo que es casi imposible remontar. O por lo menos, no he aprendido a hacerlo.

Al volver a pasar por meta decidí tirar la toalla. Mi combate había finalizado. En cuanto vi que los ritmos bajaban y mi objetivo se tornaba imposible, opté por la retirada. Me quedaban aún 50 kilómetros por delante. No veía necesario cargar con un esfuerzo extra al cuerpo siendo que no iba a poder conseguir mis propósitos.

¡Derrotado!

Además, en 6 días tengo un reto personal con el que estoy muy ilusionado. Voy a ir corriendo desde mi ciudad a mi amado pueblo. De Zaragoza a Vinuesa. O lo que es lo mismo: 188 kilómetros. Viendo que ya era imposible conseguir el récord que buscaba en Santander, lo mejor era guardar fuerzas. ¿Igual es una excusa que me autoimpongo para enmascarar el fracaso? No lo sé, el poder de la mente es muy curioso.

Al finalizar la prueba, Javi, que es perro viejo en estas lides, me comentó que debía de haber intentado acabar. Hubiera sido un pulso a la fuerza mental. Aunque no hubiera ganado la carrera, la victoria la habría conseguido conmigo mismo. Igual tiene razón. De todo se aprende y a mi me queda mucho camino por recorrer en esta disciplina. Prometo ser buen alumno. ¿Lo conseguiré?

¡GRACIAS PRIMO, VA POR TI!

Tiempo: 03:49:49
Clasificación general: Retirado

Kilómetros: 50

                                               BANDA SONORA DE LA CARRERA




sábado, 22 de abril de 2023

XVI MARATÓN DE ZARAGOZA (Campeonato de España)

 Ya está aquí. Por fin llegó el gran día. Todo maratoniano está esperando ansioso este momento. Después de 14 semanas de intenso entrenamiento, es la hora de plasmarlo en el asfalto. ¿Habrá merecido la pena tanto esfuerzo? Lo descubriré en la XVI Maratón de Zaragoza... 

El día anterior a la competición no era nada esperanzador. Al ir a la feria del corredor el viento era bastante intenso, llegando a rachas de 80 km/h. Para más inri, cuando fui a recoger el dorsal vi que no estaba en la lista del Campeonato de España. Se lo hice saber al organizador y me dio la razón: -¡Es que eres muy tonto! -. Evidentemente no me dijo esto pero me lo merecía. Me había inscrito de manera incorrecta pese a tener la mínima. No podré competir en el campeonato pero el premio al distraído del día me lo llevo seguro.

Pasada la tristeza inicial, nada había cambiado. Me presenté a la línea de salida con la ilusión intacta. Por no cambiar...ni el viento. Ahí seguía, eso si, un poco más calmado que ayer.

Habíamos entrenado para intentar hacer 2:36 pero el cierzo hacía debatirme sobre que estrategia llevar. Mis compañeros iban a ser más conservadores. Yo lo decidiré por el camino...

Salimos y ya en los primeros metros me junto con el grupo de Irene Pelayo, la gran favorita. Intuyo que puede ser un buen ritmo. Saco el gadgeto oído y escucho que va a intentar 2:32. -¡Oh, oh! ¡Me bajo de este barco! -. me dije a mi mismo.

Tengo más groupies que los Rolling Stones

Mientras sigo buscando compañeros de viaje, el ritmo es bastante alto pero yo me encuentro bien. Acabamos de empezar y las sensaciones son perfectas. Camino del barrio la Almozara formamos un grupo de 3 personas. Siempre es mejor correr acompañado aunque yo casi nunca lo consiga.

Como si de una premonición se tratase, al pasar por la Expo mi mente decidió que era mejor avanzar en solitario. Aceleré y me quedé solo. Esta iba a ser la tónica a lo largo de casi toda la mañana. Emulando a los magos: - ¡Nada por aquí, nada por allá! -. Así me sentía yo. Ningún atleta en el horizonte, mirase por donde mirase.

Por suerte, mi compañía era el público. No hay nada como correr en casa. En cualquier punto te encontrabas con caras conocidas alentándote para que no bajaras el ritmo, sobre todo mi familia. Todos los rincones en los que se ubicaban, automáticamente se convertían en una fiesta. Un gran bullicio con el que reponer energía mental y olvidarte del sufrimiento, al menos durante unos metros.

Al pasar por el Pilar...Foto de Frutocfotos

Nos acercábamos al kilómetro 30 y sabía que empezaba la peor parte del recorrido. Mis ritmos seguían altos y cerca del objetivo marcado pero ahora nos esperaba la traca final. Las rachas intensas de viento, las cuestas de San José y Paseo Cuellar, unidas con el cansancio y la soledad, formaron un cocktail difícil de digerir. Mientras daba pequeños sorbos a este destilado mental e intentando no tragar los pensamientos de abandonar, llegamos al Canal de Aragón.

Menos mal que en esta zona divisé a lo lejos la energía que me faltaba. En el kilómetro 36 se encontraba un cambio de dirección. Ahora solo nos quedaba descender hasta la meta. Es un punto estratégico de este recorrido. Sabes que una vez que llegues a esa esperada curva, está todo el trabajo hecho. Además, si has conseguido llegar con algo de fuerzas, los últimos kilómetros los vas incluso hasta poder disfrutar.

Mi motor ya bastante fatigado aún le quedaba un cartucho de turbo por gastar. Empecé a dar rienda suelta a mis piernas y  cambiar  la cara de "haber mordido un limón" por una amplia sonrisa. Fui adelantando algunos compañeros que no gestionaron tan bien sus fuerzas y eso aún me reforzaba más. Mientras disfrutaba de los últimos kilómetros me hacía mi propio autocuestionario. ¿Ha salido bien arriesgar desde el principio? ¿ Había tenido que correr otra maratón más benévola con el clima? ¿Tampoco estoy tan mal no?

A la jota jota...

Así llegamos a los últimos metros. La bajada por la calle Don Jaime es simplemente espectacular. Pese a estar disfrutando, aprieto los dientes hasta cruzar la meta ya que estoy consiguiendo mejor marca personal y cada segundo es un tesoro. Al final 02:38:17. Está lejos del objetivo marcado pero visto las condiciones climatológicas, solo puedo estar satisfecho. Más allá de eso, te asaltan muchas dudas. Escuchando las palabras de Kipchoge después de perder en Bostón te das cuenta de lo sacrificado que es esta disciplina. Eres feliz porque estás haciendo lo que te gusta pero es inevitable sentir rabia. Te pegas 3 meses de intenso entrenamiento para que el día clave salga mal, ya sea físicamente como a él o que el viento sea tu hándicap. 

Los días después de la competición siguen viniendo preguntas a tu mente, la más repetida es si debo aprovechar los entrenamientos y mi estado de forma participando en otra Maratón o ya pasamos pagina y lo dejamos para la próxima temporada. ¿VOSOTROS QUE PENSÁIS? 


¡GRACIAS PRIMO, VA POR TI!

Tiempo: 02:38:17
Clasificación general: 43

Participantes: 1137

                                               BANDA SONORA DE LA CARRERA












domingo, 19 de marzo de 2023

XXV MEDIA MARATÓN DE ZARAGOZA

 Llevamos desde que arrancó el año enfrascados en una nueva preparación deportiva. Toda mi atención y entrenamientos están enfocados en la Maratón de Zaragoza que se celebra el día 16 de abril. En medio de esta vorágine de kilómetros, estaba la oportunidad de testar nuestro estado de forma en otra competición. La hermana pequeña. La Media Maratón de la capital maña.

Con el paso de los años he ido perdiendo el interés por este tipo de distancias. Prefiero hacer la sesión de entrenamiento por mi cuenta. La típica tirada larga de los sábados por el parque pero siendo realistas, en una competición siempre te vas a exigir más. Y no os voy a engañar, también me picaba ya el gusanillo de volver a ponerme un dorsal.

Cuando Fernando, mi entrenador, me propuso el tiempo que tenía que marcar, mi primera reacción fue de sorpresa. Me parecieron unos ritmos muy altos. No se yo si mis piernas están preparadas para tanto ajetreo. El crono lo tenía que parar en 1:16. Con amenaza incluida para que no fuera más rápido. - ¡Puedes estar tranquilo, eso no va a pasar! - Pensé para mis adentros. 

Los entrenamientos los estoy llevando muy bien. Como ya llevaba bastante volumen de kilómetros con la preparación de las "24 horas Ultrafondo en pista de Barcelona", esta vez optamos por hacer más hincapié en series cortas. Me veo más rápido pero.... ¿Tanto? 

¡Ya no me acordaba de esto!. Foto de Heraldo de Aragón

La mañana amaneció en calma y soleada, parecía un día perfecto para disfrutar del recorrido. Cuando ya se acercaba la hora de la salida, el viento empezó a hacer acto de presencia. ¡Cómo no! Es el habitante más ilustre de Zaragoza. 

A las 9 empezó la carrera. 3500 participantes con ganas de pasarlo bien. Como era de esperar, la salida es fulgurante. Los 2 primeros kilómetros son propicios para coger un buen ritmo. Recta larga, giro a la derecha para cruzar el Ebro y descender, poniendo el motor a mil revoluciones. A estas alturas estábamos marcando ritmos de 3:30. Intento estabilizarme en algún grupo pero es imposible. No hay ninguno a mi gusto. Soy un corredor solitario....

Al volver a cruzar el Ebro me encuentro al gran Mariano Navascués con micro en mano animándome. Sus palabras son un azote para mis piernas y prosigo mi camino confiado de mi mismo. Hay un pequeño grupo delante de mi. Lo observo con añoranza y anhelo pero por más que lo intento, no consigo atraparlo. Sería una gran ayuda poder enlazar con ellos pero en este deporte, 10 metros son una eternidad.

En el kilómetro 9 empiezo a notar las piernas más cansadas. Aquí es cuando las preguntas invaden tu mente. ¿No estaré yendo muy rápido? ¿ De verdad estoy preparado para estos ritmos? Decido combatir mi colapso mental a base de azucares concentrados. Ingiero un gel lo más dignamente posible y a volver a carburar.

En el kilómetro 13 y cuando íbamos a cruzar el puente de Piedra, apareció el Mr. Bean que todos llevamos dentro. Una ráfaga de aire hace que casi salga volando mi dorsal. En el intento de evitarlo, me torcí el pie con un adoquín. Un par de segundos muy intensos que se quedaron en anécdota. Una vez recuperados mis ligamentos junto a mi dignidad, crucé el Ebro por enésima vez.

¡Que dos monumentos!

A partir de aquí ya era una lucha contra mis fuerzas. Los kilómetros empezaban a descontar y solo era cuestión de aguantar. El viento ya empezaba a ser un serio problema. Mi único antídoto era apretar los dientes y echarle pitera. El posible grupo en el que poderme resguardar seguía a esos fatídicos 10 metros. Lo peor de todo son los ánimos del público: ¡Venga, que los tienes al lado! ¡Aprieta! Pero nada, no había manera.

Mientras nos acercábamos al kilómetro 17, el recorrido nos iba llevando hacia el puente del Tercer Cinturón. Pensaba - No puede ser cierto, no quiero ir allí -. Era un destino inevitable. En cuestión de segundos me encontraba en mitad de la cuesta. Esto no habría ocurrido si me hubiera mirado el circuito antes de la carrera.

Solo faltaba el tramo final. Los tiempos de paso ya habían caído, no podía cumplir el objetivo marcado así que solo quedaba acabar lo mejor posible. El grupo delantero se empezó a descomponer y me fui acercando. ¡A buenas horas mangas verdes! En el último kilómetro, aprovechando el terreno favorable y las interminable series de 100, 200 y 150 que he estado haciendo estas semanas, hice un acelerón final para adelantar a un puñado de corredores y cruzar la meta más exhausto que el mecánico de los Transformers.

El resultado final ha sido 2 minutos peor que lo planeado. Las sensaciones en carrera han sido buenas pero evidentemente, cuando no se consigue algo, no se puede estar contento. Lo positivo de todo esto es que aún queda un mes para el principal objetivo. Seguiremos puliendo este patito feo hasta convertirlo en cisne. Nos vemos en un mes...

¡GRACIAS PRIMO, VA POR TI!

Tiempo: 01:18:08
Clasificación general: 38

Participantes: 3500

                                              BANDA SONORA DE LA CARRERA






miércoles, 6 de abril de 2022

XV MARATÓN DE ZARAGOZA

Hace 2 años, justo cuando me encontraba en mi mejor estado de forma, nos sorprendió la pandemia y todo lo que supuso. Se paralizó todas las competiciones deportivas y con ello, muchas ilusiones. Las mías estaban depositadas en la Maratón de Zaragoza. Ahora, una vez que nos vamos acercando a la normalidad  y vuelve a retomar la carrera, era hora de quitarse la espinita. 

Este año, como aliciente, también es Campeonato de España Absoluto y Máster. Una ocasión ideal para codearse con grandes atletas y disfrutar de una ambiente no antes visto en la capital aragonesa. El ganador, si hace la mínima, consigue billete directo para el Europeo por lo que vendrán muchos aspirantes a hacerse con esa plaza.

En mi caso, las sensaciones eran bastante contradictorias. Tenía muchas ganas de participar y hacer un buen papel. Por el contrario, la pandemia me había disipado un poco la vena competitiva. No sentía esas "mariposas" que te hacen querer entrenar duro y ya sabemos que sin esfuerzo y disciplina, la maratón no perdona. Empezamos tarde la planificación por un imprevisto navideño en forma de Covid. Si a esto le sumamos mi talón de Aquiles.....¡Volvieron a abrir los bares! El estado de forma en que llegué no era de lo más halagüeño.

Gracias a esos kilos de más y la falta de kilómetros en mis piernas, la presión que sentía era mínima. Mi entrenador ya me lo ratificó: - No te preocupes, tu disfruta. No estás preparado para los ritmos que queremos pero tu sal para hacer 2:40 y si petas, que te quiten lo "bailao", ya tendremos tiempo de prepararla mejor en un futuro -.

¡Como un tranvía! Foto de "Frutocfotos"

Pues nada, yo soy un mandado y así me lo planteé. La mañana salió muy fría, con los termómetros marcando 0 grados y con mucho cierzo por lo que la sensación térmica era mucho menos. Me vestí y encima me puse el pijama. No sonará "cool" pero es muy efectivo. Al participar en el Campeonato de España, nos llamaron al cajón bastante antes de empezar por lo que ahí nos concentramos todos los atletas en el cajón de salida como si fuéramos las reses antes del pistoletazo del jueves "la Saca". Carrera continua y saltitos para entrar en calor y cuando quedaban 5 minutos me despojo del pijama y a colocarse a la línea de salida.

En esta edición había bastantes atletas africanos, por lo que el espectáculo no iba a faltar. Salida muy multitudinaria para lo que estamos acostumbrados en Zaragoza. Enseguida se pone un ritmo endiablado y para mayor satisfacción, hay muchos atletas para poder ponerte en una grupeta. En otras ediciones, ya corres en solitario casi desde el principio.

Fiel a los ritmos que me marcó Fernando, me uno a un grupo bastante numeroso en donde estamos varios compañeros de fatigas, entre ellos, Jorge y Nélson.  En este grupo también se sitúan las primeras féminas españolas. Se presupone que es un buen lugar donde situarse. Además, con las rachas de viento que hay, se agradece ir acompañado.     

Cuando nos adentramos en las largas avenidas del barrio de la Almozara voy notando que me cuesta seguir el ritmo. Voy haciendo la goma. En todas las competiciones me cuesta entrar en calor, debo ser de combustión lenta. Me siento como aquel rinoceronte que sufre para seguir la estampida en "Jumanji".

A la entrada de la Expo, coincidiendo con los cambios de dirección que hay en esta parte del recorrido, veo como se van alejando los compañeros. El gran grupo se rompe en dos. Yo me quedo en uno minúsculo donde apenas somos 6 e incluso empiezo  a descolgarme también. ¡DANGER!

¡Menudos 3 monumentos! 

Analizando la situación y viendo que no estamos ni en el kilómetro 10, me digo a mi mismo: - Tricas, como te quedes solo, apaga y vámonos -. Me tomo un gel y acelero para no perder la estela de mis compañeros. ¿Un buen sofocón? Si, pero era necesario.

Una vez dentro del grupo me siento querido, arropado y mis fuerzas se reestablecen. Me empiezo a sentir bien. Mi respiración se nivela. Esto marcha...

Cuando llegamos al avituallamiento del kilómetro 15, me hidrato y un inesperado arrebato me invade. No se explicar el porqué pero decido acelerar y dejar mi querido grupo atrás. Quizás sea porque estamos corriendo sobre las vías del tranvía. ¿Será que estoy como un tren y he sentido una conexión especial?

Todo el trabajo realizado anteriormente para volver a quedarme solo. En mitad de la nada. Lo malo es que ha sido cosa mía. Me debato en aminorar la marcha pero ya es tarde. ¡No puedo parar! El grupo que me precede lo veo pero está bastante alejado y ya he gastado el número de sofocos por hoy. 

Los kilómetros van pasando en solitario pero a un ritmo constante (3:47). El plan está funcionando a la perfección. Cuando sobrepasamos el puente de Hierro empiezo a ver carteles y pompones. Ya están ahí mi familia y amigos. Empiezan a gritar y eso contagia al resto de personas, que se unen al bullicio. Parece que han visto a Brad Pitt. Me siento una estrella. Ya me lo dijo un compañero al finalizar: - ¡Vaya familia tienes, son puro espectáculo!

En el kilómetro 27, encarando la calle San Vicente de Paul, empiezo a notar que el engranaje ya no funciona tan bien. A partir de ahora comienza el tramo más complicado de la carrera hasta desembocar en el Parque Grande. Desniveles algo positivos en donde las piernas sufren y la mente divaga. No ayuda nada el ir en solitario. Solo me acompaña el cierzo y no es el mejor colega que uno quiere tener.

Cuando se me empieza a desencajar la mandíbula es indicio de que algo va mal. Toca apretar los dientes e ir pensando que ya queda poco. La llegada al paseo Cuellar es como una patada en las...sensaciones. Veo que el público nos mira con pena. El ritmo cae drásticamente. 

Dándolo todo

Nos adentramos en el parque José Antonio Labordeta. El lugar de entrenamiento de muchos zaragozanos. Empiezo a escuchar pisadas. ¡Seres humanos a la vista! Me pillan 4 compañeros y me agarro a ellos como si fuera el quinto elemento. Se que nos queda un último repecho traicionero y ya será todo tramo favorable hasta el final. De tanto apretar dientes me voy a quedar sin esmalte.

Kilómetro 37 y bajamos hacia la meta. Ahora empieza el sálvese quien pueda. Pongo a funcionar la maquina como si fuera una rave de Pocholo, ya sabéis: -¡Chiqui pum, chiqui pum! -. Acelero a todo lo que dan mis piernas hasta llegar a la calle Don Jaime donde consigo enlazar con Elena García, la segunda clasificada. Curva a la derecha y entrada en meta en 02:43:02.

No es mi mejor tiempo pero no es para nada un mal resultado. Ya me dijo Fernando, mi entrenador. No estaba para MMP pero si para bajar de 2:45. Que ojo tiene. Al ir sin ninguna presión he disfrutado muchísimo. El día no acompañó pero los ánimos de tanta gente conocida lo compensaba. Es una gozada correr en casa y.....¡He participado por primera vez en un Campeonato de España de Maratón!

Esta carrera me ha servido para darme cuenta que pese a llevar una mala preparación, sigo teniendo piernas para hacer grandes cosas. Es un estimulo para preparar las siguientes competiciones. Ha vuelto a reavivar mi gen competitivo para ser más constante en el día a día. Volveré a la nutricionista, a entrenar más fuerte y salir de fiesta, lo que es salir, no lo voy a dejar pero lo intentaremos moderar. Palabrita del niño Jesús.

¡GRACIAS PRIMO, VA POR TI!

Tiempo: 02:43:02
Clasificación general: 35

Clasificación de mi categoría: 7

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lunes, 1 de febrero de 2021

ETRAIL ZARAGOZA (JUSLIBOL 12km 500 D+)

 Empieza un nuevo año pero nada ha cambiado. Seguimos inmersos en la era COVID y con ello, la desaparición de competiciones presenciales a nivel amateur. Para los amantes del atletismo solo nos queda las carreras virtuales. La temporada pasada ETRAIL ZARAGOZA nos alegró un poco la vida dándonos la opción de competir y este año, visto la buena acogida, vuelven a repetir. Varias carreras por toda la provincia de Zaragoza con diferente dificultad. Un gran abanico de diversión. ¡A que esperas y empieza a disfrutar!

Para los habitantes de Zaragoza, al estar confinados perimetralmente, solo podemos optar a Juslibol. Al tratarse de un barrio rural, podemos participar. Las demás, de momento tendremos que esperar.

Es un recorrido de 12 kilómetros y 500 desnivel positivo. Si vienes en coche, la mejor opción es aparcar en el campo de fútbol. ¿Empezamos?

Hay que estar muy atentos al recorrido. La salida y la llegada se encuentran cerca por lo que debemos tenerlo claro y no equivocarnos a la primera de cambio. Saldremos directamente cuesta arriba y campo a través. Enseguida unos repetidores, las famosas Antenas. El primer "calentón" pero no se te ocurra andar, aún estamos frescos.

No te vas a aburrir

En cuanto llegamos al final de la cuesta, nos arrimamos a la derecha, paralelos a una valla. No la abandonaremos hasta la primera bajada seria. Ten precaución porque es muy empinada y resbaladiza, no querrás acabar en el suelo.

Cambiamos la valla por una verja militar. Si estás corriendo y empiezas a oír disparos, explosiones y demás sonidos que harían temblar al mismísimo Hulk Hogan, no te asustes, nuestros vecinos de camuflaje estarán de maniobras. Es una vergüenza que tengan tantas hectáreas y los civiles dispongamos de un pequeño espacio. Pero bueno, eso es otro debate....

Todo este tramo es muy corrible. Aprovecha a ganar tiempo al cronometro. Cuando nos acercamos al Castillo de Miranda toparemos con otra de las partes difíciles de la carrera. Varias bifurcaciones que nos harán dudar. Mi consejo, estudiártelo bien el día de antes. Yo lo que suelo hacer es inventarme una mini canción con todos los cruces de caminos. Hoy sería así: - ¡Derecha, izquierda, derecha, derecha. izquierda! -. La tarareas durante todo el día anterior y ya no te la podrás sacar de la cabeza.

En uno de estos recovecos, los creadores del recorrido han tenido un detalle con los que nos gusta posturear. Pasarás por el mirador del Castillo de Miranda. Ideal para hacerte un selfi y así aprovechar para descansar.

El postureo me puede

Ahora nos tocará un tramo de escaleras. Tendremos que bajar 200 escalones para desembocar en los Galachos. Es un recorrido pequeño y no hace falta agua pero si necesitas beber puedes tomar un pequeño desvío hasta el centro de interpretación, ahí encontrarás una fuente.

Dándole la vuelta al dicho, todo lo que baja tiene que subir. Iremos paralelos a una gran pared de piedra y enseguida tendremos una corta pero dura subida. Aprieta los dientes y tira de cuádriceps. Ahora tendremos casi 3 kilómetros con sus 3 pechugazos. Son pequeños pero a más de uno se le atragantarán. Más vale que los mastiques bien.

Ya queda poco, aguanta. Salimos a un pista pero enseguida nos toca volver a subir. Quizá sea el tramo más técnico. Para cuidado. Al llegar arriba, prácticamente está todo el trabajo hecho. Nos desviaremos por un descenso culebreante hasta parar en Juslibol. Solo lo veremos de reojo. Desvío a la izquierda por lo que parece que es un barranco pero....¡NO! Evita equivocarte y sube por la zona rocosa.

Tic, tac, tic, tac, ya llegas al final. Espera a salir a la pista y déjate llevar. No te desvíes de ella hasta llegar a la meta. Prohibido no acelerar en esta parte.

Gran recorrido que se han marcado mis colegas de fatigas Sergio y Cristian. Visto el poco espacio que disponemos los corredores en Juslibol, es muy difícil hacer una ruta que no acabe pareciéndose a un laberinto pero ellos lo han conseguido.

Va a ser muy divertido ver todo el movimiento de posiciones que va a tener la clasificación estos días. Los zaragozanos lo vamos a quemar. Cuando abran las fronteras, espero que otros muchos vengan a conocer la zona.

El juego empieza en 3  2  1 ¡A FUEGO! 

Toda la información sobre la competición en el siguiente enlace:

https://rankingetrailzaragoza.wordpress.com/



jueves, 5 de marzo de 2020

VI 10K CUIDAD DE CARIÑENA

Después de vivir una gran experiencia en la "Maratón de Tarragona", tocó descansar de forma breve. Demasiado breve diría yo. El caso es que ya tenemos a la vista el siguiente objetivo, correr la distancia reina en mi casa, en Zaragoza. Para ello, hay que seguir con los arduos entrenamientos. Uno de los más eficaces es probarse en competiciones más cortas. Con el beneplácito de mi entrenador, he podido participar en la "10k Cuidad de Cariñena".

Vaya por delante que este tipo de distancias no son gusto de mi devoción. Hace exactamente 2 años que no participaba en ninguna. Son carreras muy explosivas que no se gestionar. Soy de los que dicen que mi cuerpo empieza a carburar a partir de los 10 kilómetros....a lo que empiezo, ya he acabado.

Por otro lado, desde que entreno con Fernando, una de sus lineas rojas iba a ser restringir mi participación en pruebas sin sentido y centrarnos en los entrenamientos. Yo antes era de los que se apuntaba a todo, sin miramientos. Era ver un banner en Internet de una inscripción y ahí que iba yo. Esta vez le pillé con la guardia baja y accedió a dejarme. No es mi distancia favorita pero tenía que aprovechar la oportunidad.

He seguido la planificación de la semana como otra cualquiera salvo cambiar la tirada larga por la competición que nos atañe. Hemos reducido algo el kilometraje, cambiándolo por algo más de calidad, o eso creía yo. Mi misión era hacer los primeros 5 kilómetros en 18 minutos y luego vía libre.

En Cariñena ya participé hace 3 años. Sabía que el recorrido no era el más idóneo para hacer una gran crono. Es un trazado a 2 vueltas. En la primera parte de la carrera sales por un camino a las afueras bordeando la localidad hasta cruzar un puente con su correspondiente repecho. A partir de ahí una larga bajada desembocando en el centro del pueblo. Toca callejear con muchos cambios de ritmo. Incluso da tiempo a pasar por dentro de la Iglesia Fortificada de Nuestra Señora de la Asunción. Que pena ir tan rápido, no me dio tiempo a confesar todos mis pecados. 

Nos presentamos con puntualidad en la cita y hay bastante más ambiente del que recordaba. Se nota que cada año, la afición por este deporte crece. En las postrimerías de la salida empiezo a ver caras conocidas. Muchos compañeros de la Escuela Rusa, Zenit, entre otros. Se nota que hay nivel. Es una concentración de galgos. Además, se celebra también una 5k. El pistoletazo inicial prometía.

Como me esperaba, salimos a toda velocidad. El primer kilómetro sale a 3:30. Primer error. Intento seguir la estela del compañero Jorge Gomez. A parte de medir 2 metros y ser fácil de distinguir, creo que va a llevar un ritmo acorde a lo que busco. Segundo error. A partir de aquí, dejo de contar errores.


¡Más feliz que una perdíz!

Cuando cruzamos el puente por primera vez, arrancamos la bajada y vuelvo a apretar. Creía que era buena idea, no me iba a desgastar. En las bajadas en Tarragona me funcionaba, ¿Aquí porque iba a ser al revés? Tengo que puntualizar un detalle. Teníamos un compañero de viaje nuevo, no muy desconocido por desgracia: el viento. Si en la zona del norte se dice que llueve 1 de cada 3 días, aquí nos pasa lo mismo pero con el cierzo. No es una excusa pero como se dice por estos lares: "No jode pero atormenta".

Cuando comenzamos a callejear es el kilómetro 4. Empiezo a pagar el esfuerzo extra. Tanto cambio brusco me descoloca. Mi respiración se entrecorta. Parece que el corazón quiera hacerse un hueco por mi garganta y salir escopeteado por mi boca. Los últimos mil metros antes de acabar el primer bucle se me va el ritmo a 4. Ya os podéis imaginar la debacle.

Sumando debacles y acelerones previos, consigo pasar los 5k en 18 minutos. Justo lo que había planeado mi entrenador. Había acertado en el cuanto pero no en el como. Ahora tocaba sufrir. Sabía lo que me esperaba y creo que eso era lo peor. Me mentalicé que no iba a salir mejor la segunda parte de la carrera.

Propuse un ritmo más estable, no por gusto sino porque no podía más. Me puse a rueda de Jesús, nacido en Cariñena. Es todo un clásico y sus vecinos no paran de vitorearle. Esto me da más fuerzas. Empiezo a encontrarme mejor. Al final si va a ser verdad que necesito un tiempo de aclimatación para empezar a rendir. Tengo el cuerpo echo para largas distancias. Cuando nos adentramos en la parte final, consigo adelantar a 2 atletas y ya se divisa la meta. Es extraño, casi no ha pasado tiempo pero ya estaba deseando verla. Esta misma sensación no la tengo al acabar una Ultra de 100km. Diferentes perspectivas.


Acaba la agonía. Fotos de Fartleck

Paro el cronometro en 35:39. Pese a las malas sensaciones iniciales, conseguí dosificarme y acabar bien. Quizá tenía en mente darle un mayor bocado a mi mejor marca personal vistos mis tiempos en maratón pero esto es otra batalla. El recorrido no era el más idóneo y el tiempo no acompañó. Pese a todo, estoy muy contento. Además me subí al podio como tercer clasificado categoría senior. 

2 carreras este año, 2 podios. Igual tendría que dejarlo aquí para quedarme con estas buenas sensaciones. Lo que si se seguro es que tardaré un tiempo en volver a competir en un 10k. Ahora volvemos a centrarnos en el maratón. Recta final. ¡Allá vamos!

!Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 00:35:39
Clasificación general: 9

Clasificación categoría: 4


martes, 4 de febrero de 2020

X MARATÓN DE TARRAGONA

Ya tenemos ante nosotros un nuevo año. Arranca 2020 y en la agenda de todos empiezan a surgir nuevos y emocionantes retos. En mi caso, fiel a mi cita, empieza como siempre. Si algo funciona, para que cambiarlo. Damos el pistoletazo de salida en el "X Maratón de Tarragona".

He perdido la cuenta de mis participaciones en esta carrera. Para seros sincero, he tenido que mirarlo. Ya van 6. Cada una de ellas tiene algo especial. Esta edición, mi ilusión era poder hacer podio. Algo impensable si me hubieran preguntado esto mismo en mi primera vez, en 2015.

Hace 2 años conseguí finalizar cuarto. La edición anterior me encontraba preparando la "XXXV Maratón de Sevilla". Mi entrenador, aportando la cautela que a mi me falta, solo me dejó inscribirme en la modalidad de 30km. Posteriormente, por los tiempos realizados en la distancia reina, me di cuenta que habría podido estar muy arriba en la clasificación. Fueron sentimientos encontrados. Impotencia por no haber corrido los 42km pero sabiendo que era lo correcto si quería rendir bien en Sevilla...y así fue.

Desde es mismo momento, me puse como objetivo Tarragona 2020. Planificamos con Fernando una preparación más meticulosa. Todo empezó el 1 de noviembre. Centrándonos únicamente en llegar perfectos el día indicado. Dejamos a un lado cualquier competición extra o mis típicas escapadas a la montaña. La única pega fue mi participación en el  "XLII Maratón de San Sebastian". No era lo más indicado pero no podía dejar pasar la oportunidad de ser liebre SUB3 en una carrera tan importante. Otro de los factores a resaltar ha sido priorizar la calidad de los entrenos sobre la cantidad. Al fin y al cabo, la base ya la tengo.


Huyendo del Sol. Foto de Jordi Santacana

Me presenté en la linea de salida con 1047 kilómetros en mi haber y mucho trabajo específico de fuerza. La tranquilidad me acompañaba. No se si será por el yoga pero los nervios cada vez los voy dejando más atrás. Incluso dormí a pierna suelta la noche anterior.

Como siempre, la salida es bastante enigmática. Nos juntamos a la vez participantes de 5, 10, 21, 30 y 42 kilómetros. Si a eso le sumamos la dificultad para diferenciar los dorsales y el siempre egoísmo de muchos corredores que se ponen en primera linea únicamente para salir en la foto, el ritmo inicial es difícil de aplicar.

Mi estrategia de carrera la tenía clara. La "Táctica del Koala". Ponerme junto a un corredor con un ritmo en el que me sintiera bien y agarrarme a él como si fuera un eucaliptos. Nunca llevar la iniciativa y atacar, si fuera posible, solo al final. Estamos en un momento de mi preparación en la que me faltan kilómetros y donde estamos trabajando intervalos explosivos. Realmente, mi gran objetivo es el "XIV Maratón de Zaragoza".

El primer tramo de la carrera fue demasiado rápido. Me enganché a un compañero pero iba bastante fuerte (Resultó participar en la 30k). Lo tenía controlado visualmente pero decidí no pegarme por miedo a explotar. Los ritmos salían a 3:43. Parciales más rápidos que en Sevilla donde tengo mi marca personal. Aquí el desnivel es mucho mayor por lo que me entraron dudas de si estaba haciendo lo correcto. Como siempre, no se gestionar y seguí apretando.

En las curvas de 180º veía a 6 personas delante de mi pero no sabía a que modalidad pertenecían. Entre ellos estaba Hector Franco, zaragozano como yo y compañero de muchas carreras. Su nivel está inalcanzable así que ya había que descontar un hueco en el podio.

Cuando acabamos el primer bucle me encontré a toda mi familia. Todos ataviados con pancartas y al compás de vítores energizantes. Fue una explosión de algarabía en mitad de la soledad del corredor de fondo.


Los Pantojos

Nos encaminábamos a la bifurcación de las carreras de 30 y 42. En ese momento conseguí oír a una moto que decía - Estos son el tercero y cuarto" -. Refiriéndose al corredor que me precedía y a mi. Era justo en la pendiente de la Rambla Nova. En esos momentos me vino a la cabeza las palabras de mi entrenador: "Ponte a rebufo, nunca lleves la iniciativa". ¿Sabéis lo que hice?.....Efectivamente, ataqué. Siempre he pensado que llegados a este momento, es mejor no titubear. No dar síntomas de flaqueza aunque por dentro estés más tieso que el mueble-bar de Masiel.

Me salió bien, no me pudo seguir. Además, luego iba a afrontar la zona que desemboca en la playa. Es perfecta para recuperar fuerzas. Pese a las dificultades de poder procesar algo legible en la mente humana cuando llevas 32 kilómetros y encima el sol y viento te azotan por igual, sabía que salvo hecatombe, el tercer puesto estaba asegurado. 

Al entrar en el puerto había 2 caminos que causaban confusión. Con mi buen ojo, elegí el erróneo. Enseguida me avisaron, tuve que saltar un quitamiedos y rectificar la dirección. Un pequeño bache en el camino que no tenía que alterar mi motivación. Ésta no era otra que poder hacer podio en una gran ciudad.¡Que emoción! Sientes infinidad de sensaciones. Como he podido llegar hasta aquí, quien me lo iba a decir a mi, que alegría para todos los míos....Entre todas estas ensoñaciones, llegados al kilómetro 35, vi al segundo clasificado pararse en el avituallamiento para beber. Como si de una presa se tratase, olí sangre. Puse el botón de automático en mi mente y me dispuse a dar con él.

Las calles de Enric d'Ossó y President Lluis Companys son las más duras del trazado. En ese momento le di caza. Realmente iba muy fatigado. Tenía pinta de haberle visitado el hombre del mazo. Le di ánimos y seguí con mi misión. Era hora de no desconcentrarse. Estaba a punto de hacer algo grande y no podía cagarla.

Aquí apareció un aliado inesperado. Un motorista de la organización que ya me acompañaría hasta meta. Me fue dando palabras de aliento en todo momento. Así fue mucho más amena la recta que me separada de llegar a la calle Riu Segre, donde sabía que iba a estar mi familia. Le dije al motorista, ya verás como te vas a dar cuenta de quien son. A lo lejos empecé a divisar los carteles, alce las manos en señal de victoria y empezaron los gritos. Correr a la par que mi sobrino mientras me grita -¡TÍO, SEGUNDO! -, es una sensación genial.


I can't believe. Foto de Blanca de la Sotillo

Crucé la meta en 02:40:01. El tiempo es lo de menos. Aquí buscábamos podio aunque siendo sinceros, me he quedado a un solo minuto de la marca de Sevilla. Eso dice mucho del gran trabajo de Fernando, mi entrenador.

Tengo un pequeño GRAN equipo detrás de todo esto. Fernando, ya mencionado, sacando lo mejor de mi pero a la vez dejándome ser malo cuando me place. Fisioterapia Zaragoza y Patricia, que cuidan mi cuerpo tanto por dentro como por fuera y son los responsables de que funcione a las mil maravillas. Vivagym Actur, los grandes artifices de mi mejora en una de las capacidades que muchas veces solemos olvidar: la fuerza. Cuando no sepas que hacer, hazte unas sentadillas. Mis azulillos favoritos, los amigos de mi Club ANDANDAEH. Me hacen sentir como un campeón cuando la única diferencia entre ellos y yo, es que me intento moderar más con la ingesta de palmeras de chocolate. Por último, a mis "Pantojos". Con una familia así todo es mucho más fácil. Mi séquito particular. No lo cambio por nada.

Que decir del momento podio. Fotografías de los tres primeros clasificados con la cinta de meta. Compartir experiencia con el gran Hector Franco. Entrega de trofeos y hasta botella de cava mientras era apuntado por unos cuantos móviles. Sensaciones increíbles que me ha dado este gran deporte que es el atletismo. Seguiremos soñando. Hoy más que nunca, por ser el que me motivó a empezar......

................!Va por ti PRIMO! 

Tiempo: 02:40:01
Clasificación general: 2

Clasificación categoría: 1

                                     BANDA SONORA DE LA CARRERA


RECOMENDACIONES

  • Donde comer: Cal Mano, restaurante ubicado cerca de la Plaza del Font. Te alejas del bullicio de la propia plaza y además comerás estupendamente y sin agobios. El dueño, un trato inmejorable, a la par que sus platos. Quien se puede resistir al elegir en el menú la opción "Cordero como dios manda".